Páginas del blog
▼
miércoles, 14 de octubre de 2015
UNAS LETRAS POR BULERIAS p´aque la jagan los niños, que siempre están cantando lo mismo
Debajito del hueco de la escalera
te espero tó la tarde
pero no llegas.
Po´ yo te voy a esperá
hasta que devuelvan, prima,
el Peñón de Gibraltar.
***
El saco caracoles
se m´a volcao
y no veas los picarones
el camino que han tomao.
De dos en dos
con mi lacito de cuero
los voy recogiendo yo.
***
De mantilla vestía
era la reina;
de caramelo, mare,
eran sus peinas
y era su blonda
como la luna llena,
blanca y redonda.
***
Párroco de Sant´ana
con qué alegría
bautiza a los gitanos
por bulería,
sus bendiciones eran piropos
y el compás lo marcaba con el "guisopo",
con el "guisopo",con el "guisopo",
el curita marcaba con el "guisopo"
José Luis Tirado Fernández
sábado, 10 de octubre de 2015
MATAPERROS NUNCA PIERDE
Gozamos el privilegio de haber vivido.
Y la oportunidad de poder contarlo, y como los árboles dejan caer sus hojas patriarcales,
contamos, unos en los bares, otros en redes sociales y otros matando a versos
las inquietudes que van llegando -aunque no es oficio de poeta expresarse con palabras,
sino con sentimientos-, los sucesos cotidianos, que van masticando los días en las
hojas de nuestro calendario. Se acomoda uno a la pena, y ve en un clavo
ardiendo una escalera de mármol que baja hasta el salón del vals, pretendiendo
engañar al bobo que todos llevamos dentro. Pero a veces el cuerpo no está para
bailes.
En el tute, el naipe de menos
valor es el tres, y se suele descartar en los arrastres porque de poco nos
sirve. Pero en multitud de ocasiones, la fortuna nos lo sirve como nuestra
última carta para la jugada final. Una leyenda de jugadores veteranos atribuye al
tres de la vira (palo designado como de mayor valor) la virtud de no perder
nunca por haber aparecido a lo largo de la partida todas las cartas superiores,
apareciendo como la de más valor entre las cuatro finales. Se la suele
denominar como “mataperros”, aunque también la he escuchado llamar “caraperro” y
otras barbaridades.
Es, la esperanza final, la
definitiva. Si esa te falla, todo está perdido. Pero el buen jugador siempre
confía en ella, la festeja cuando le toca en suerte, la acaricia y la mima porque
sabe que en caso de necesidad, siempre aparece.
Se repite durante toda la
partida: “Mataperros” nunca pierde. Así, que es frecuente, entre jugadores y
poetas, cuando los vientos rasgan las velas, llevar siempre a Mataperros en el
bolsillo.
***
En la
baraja española es posible adivinar el palo de que se trata sin descubrirla del
todo, gracias a una orla que rodea los gráficos. En el caso de los oros, la
orla es completa
en
las copas, tiene una interrupción en el trazo
en
las espadas, dos interrupciones
y en
los bastos, tres. Una curiosidad.
Imágenes de la página "ConsultarCartas.com" |
José Luis Tirado Fernández
miércoles, 7 de octubre de 2015
SÁTIRA DE LOS MOJINOS
Tuvo la culpa un mojino de esos que
van por la calle con el pantalón ceñío, esos que marcan la grieta, la costura,
la etiqueta, la goma de la carpeta y las tapas del sentío.
La vista que no perdona, y la
mente se desboca con disposición guasona colocando el objetivo sobre el orondo
motivo con el antojo instintivo de pellizcar dicha zona.
No pudo en un parpadeo salir de
cuadro un segundo ese objeto del deseo, que en menos que se hace un trazo, de
nada sirvió el frenazo y un descomunal porrazo mandó mi rueda a paseo.
Un detalle que destaco es que
perdí la cartera y el paquete de tabaco, que en un palmo de terreno pasó la mano del freno y allí vino a hacerse
bueno el refrán del perro flaco.
Como la moto es barata pasó a
siniestro total, y en Almadén de la Plata, solución que no desprecio, habrá
otra por buen precio, aunque me parece necio si vuelvo a meter la pata.
Esas cuencas del capricho que
voy encontrando a pares me tienen en entredicho; ¿señal de buena salud? ¿residuos
de juventud? ¿Si no lo miro es virtud y si lo miro un mal bicho?
Procuraré tener cuenta con mirar
donde no debo, pues no calculo la renta que me exige esa afición, sostendré la
convicción de que mi gran devoción… es justo lo que se sienta.
José Luis Tirado Fernández
lunes, 5 de octubre de 2015
SERIE DE FANDANGOS (Unos serios y otros no)
Que cante aquel que se atreva,
porque la voz llega siempre
donde el talento la lleva;
unos cantan porque pueden,
otros quieren y no llegan.
Una frase yo conozco
de este mundo traicionero,
que la decencia es estorbo
y que un hombre sin dinero
es un bulto sospechoso.
Te fui prestando dinero
creyendo que cobraría,
yo no soy ningún ditero,
dame la guita que es mía,
que ya estamos en febrero.
No desprecies la honradez
del que te tiende la mano
que mañana puede ser
que venga tu propio hermano
a tendértela también.
Motivo son de las coplas,
el amor y el desamor,
el sufrimiento y la gloria,
la alegría y el dolor,
el triunfo y la derrota.
José
Luis Tirado Fernández