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domingo, 30 de septiembre de 2012

ANTONIO RODRÍGUEZ DE LEÓN Y TOMÁS PAVÓN


¿Tuvisteis la fortuna de oír a Tomás Pavón? Si lo oísteis alguna vez, podéis afirmar que habéis descorrido el secreto de un mundo inédito. De un mundo en el que no es posible permanecer, por los minutos de una copla, si no es… por la garganta de uno de estos hombres privilegiados, artífices sutiles de un arte sin parangón posible. Porque por ejemplo, una “siguiriya”, cuando la “decía” un Tomás Pavón, era una especie de salvoconducto para que irrumpiéramos, de pronto, en lo intrincado de una raza inquieta e inquietante que lo expresa todo, todo lo suyo, dramático, intransferible y lejano, por los “duendes” de su garganta.

Antonio Rodríguez de León en ABC, 26 de julio de 1952. Acompañaba esta ilustración
 
 
 



SOLEARES PARA TOMÁS
 
Sonaba por la alameda
su voz de almíbar y miel;
blanca y pura, deja el cielo
la luna, pa ´estar con él. 
 
Creadores ha tenío
el cante, por ser tan grande,
pero el arte de Tomás
no me lo presuma naide. 
 
Que en el tiempo las voces,
desaparecen,
pero con los pavones,
ni el tiempo puede.
 
Muralla, huerto y jardín
y puente pa´ que su herencia
nunca conozca su fin. 
 
Agradecimientos a David Pérez Merinero y su página “Papeles flamencos”.
 
 José Luis Tirado Fernández


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