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sábado, 27 de junio de 2015

EL HEREJIA EN TRES DIMENSIONES

                No pretendo con este artículo intentar una biografía de José Moreno Moreno, “El Herejía”. Eso supondría un arduo trabajo de recopilación histórica, discográfica, audiovisual y testimonial que ocuparía un tiempo del que no dispongo. No obstante, para ensalzar su figura, como hombre y padre de familia, como artista y como abanderado de su barrio, el nuestro, Triana, del que nunca anduvo lejos a pesar de verse obligado por la diáspora de los sesenta y setenta a residir en un piso del extrarradio, gitano puro y receptor ancestral de los cantes de la cava, creador y genio de los palos festeros en el cante y en el baile, acometo este trabajo movido por el gran cariño que siempre le he profesado, y que también él me retornaba y que tantas veces me demostró.
                Para ello, intentaré en tres trancos bien definidos y distintos la semblanza de este personaje único, aportando en primer lugar la visión de Triana pura, pura y pura que él tenía y que un día, sentados en su salón, me transmitió detalladamente. En segundo lugar, una entrevista que mi gran amigo Antonio Martín Lorenzo, otro trianero militante, brillante escritor e investigador y que trabaja en la radio, le hizo dos o tres semanas antes de su muerte. Para terminar, unas ilustraciones gráficas, audiovisuales y literarias sobre su vida, obra y legado.

 ¿Por qué Triana?

                Uno recuerda, de pequeño, las ruinosas fachadas, los apulgarados tejados, cubiertos en primavera  de amarillos jaramagos, el interior de los templos, lóbregos, húmedos, sus cuadros, a veces obras de Murillo, Zurbarán, Herrera, oscurecidos por el tiempo, irreconocibles e indescifrables.
                Uno recuerda, de pequeño, las tabernas, sus camareros con la tiza tras la oreja, sus urinarios apestosos, su serrín, sus escupideras, sus carteles de “se prohíbe el cante”, y… sus cantes. Auténtica y genuina Universidad del flamenco, donde se iba no sólo a beber, sino a conocer, a distinguir, a apreciar. ¿Qué sería hoy del flamenco sin las tabernas de Triana? ¿Qué sería hoy del flamenco sin la fuente?
                En el Morapio se daba más flamenco que en cien bienales. Allí dejaron lo mejor de sus cantes los míticos, los grandes. En las tabernas se convivía, se adoctrinaba, se sentaba cátedra de cómo vivir el flamenco.
                Uno recuerda de pequeño, el resplandor de la candelá en el patio, y el rescoldo que llevaba a casa el calor de la amistad, de la solidaridad, del sentido humano y sentimental del vecindario, hoy perdido y desperdigado por San Pablo, el Polígono Norte, las Tres mil, donde miles de trianeros añoran su barrio y darían todo lo que tienen por volver a su barrio, hoy convertido en una de las zonas residenciales con el metro cuadrado más caro de Europa. La mayoría de los trianeros no vive en Triana,  por razones, como digo, de tipo económico, aunque algunos tienen la suerte de seguir morando las casas donde nacieron.

Ay, Cava de los civiles,
Ay, cava de los calés,
Ya no es la cuna del arte
Ni sombra de lo que fue.

¿Cuna del arte?
Es una calle cualquiera,
Camino de cualquier parte



                Los trianeros se fueron a los barrios periféricos con lágrimas en los ojos y dolor en el corazón y se llevaron todo su arte a aquellos barrios. Pero allí no tenían patio ni corral, ni lavaderos, ni cogían agua del pilón, ni encendían fuego las noches de invierno ni tomaban el fresco en la azotea las noches de verano, ni compartían el pan y la sal, ni convivían los unos con los otros como en Triana. Se encerraron en sus pisos a ver la televisión, allí tenían agua corriente, un brasero eléctrico, un ventilador y una nevera.
¡Y el arte!; seguían teniendo todo el arte; así que, sólo era cuestión de reencontrarse. ¿Cómo?
                Al principio de los ochenta, una mujer que desgraciadamente no está entre nosotros, cuyo nombre era Gloria Moreno, “Filigrana”, dedicó su tiempo a localizar en su destierro, convencer, llamar, reclutar, a todos aquellos trianeros que se distinguieron por su arte, no ya de manera profesional, sino como siempre hicieron, cantar y bailar, contar chascarrillos, divertirse, convivir.
                Así, luchando por la idea y en colaboración con José Luis Ortiz Nuevo, a la sazón concejal de cultura del ayuntamiento de Sevilla, quien consiguió en una brillante gestión el Lope de Vega para, en 1982, organizar un gran espectáculo, quisieron dar a conocer a Sevilla, a España y a la humanidad cómo era la gente que habitaba aquellos corrales legendarios, aquellas vecindades de un tiempo que se fue. Conservo en mi archivo el video del evento, como un tesoro de la gloria de Triana; el productor del mismo fue en ese caso, otro gigante de los medios audiovisuales, Ricardo Pachón, el mismo que produjo el disco de Camarón “La leyenda del tiempo”, a mi criterio, el giro fundamental que convirtió al isleño en el mito que hoy es.
                Allí, en la bombonera de la Exposición iberoamericana, se consiguió demostrar que Triana no estaba muerta, que vivía en todos aquellos que habían tenido la gracia divina de bautizarse en Santana, la O, el Patrocinio, aunque vivieran en las afueras.
                Pusieron el listón tan alto como sólo ellos podían hacerlo, el Titi, Curro el Juto, Tragapanes, la Calzona, el Pati, Pastora, Coco, la Perla, José Lérida. Juan Lérida, Loli Leiría, Paco Vega, el Potaje, Juan el Breva, Carmen Cachero, Tío Juani, La Salu, Antonio el Cordobés, Carmen la Pillina, y algún otro que se me escapa, y que, juntos, tuvieron su ratito de gloria, teniendo como artistas invitados a Lole y Manuel, quienes, trianeros como ellos, vinieron, estando en la cresta de la ola para darles su aliento.
                Aquello fue una apoteosis del arte. Les llamaron Triana Pura y pura. Luego vinieron actuaciones esporádicas, siguieron en contacto, hasta que más de quince años después, y siendo más reducido el número de componentes, alcanzaron el éxito más impresionante que se pueda recordar en España, con el disco de Triana al cielo. La tristemente desaparecida Esperanza la del Maera, con el sigiloso encanto de su voz de niña marinera, con el “Probe migué” rompía la barrera que separa el arte de Triana de los circuitos comerciales, colocando la pica allí donde nadie la hubiera imaginado, en discotecas, listas de superventas, hit parades, grandes éxitos, giras, galas, recepciones….  y el nombre de nuestro barrio, por delante: Triana…    pura.
                Aquí lucía La Perla en bulerías y fandangos, por tangos, sublime Curro, también hoy desaparecido y a quien Dios guarde en su gloria, solearero de jondo porte Coco, lágrimas negras nos dejaba Pastora, con su voz antigua y dorada…
                Y como líder natural del grupo, un hombre, trianero puro, gitano puro, hijo de Concepción, la que mejor ha cantado en la cava por bulerías, recreador de las chuflillas de Triana, un cante de ascendencia gaditana, genuinamente de juerga, que él nos ha legado, y que tiene en su haber la satisfacción y el orgullo de haber compartido juergas con Vallejo, Caracol, Mairena, casi ná…, referente claro de los tangos de Triana, José Moreno Moreno, a quien conocemos en Triana por el Herejía.


ENTREVISTA


EL HEREJÍA

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JOSÉ MORENO MORENO

ARTISTA FLAMENCO DE TRIANA

SEVILLA, 1937



Quedamos con José "El Herejía", gracias a la ayuda de su sobrino José Luis Tirado, y por supuesto, de su hija Salud, quien nos dio todo tipo de facilidades para poder realizar la entrevista.

El antiguo componente de "Triana Pura", reside en la actualidad en una residencia para la tercera edad muy cerquita de lo que antes Fué el cuartel de San Fernando.

Llegamos a la hora de las visitas, y nos encontramos a José, en una de las salas de espera que tiene el centro, e inmediatamente y de forma muy amable, se puso a nuestra entera disposición.


Con EL HEREJIA, 2 o 3 semanas antes de su muerte, en la clínica donde estaba internado.


Nací en el número 4 de la calle Evangelista, la antigua calle San Juán; y después me fui a vivir a 11, donde precisamente vivía la familia Montoya; allí vivimos con Los Montoyas, 20 años.

Qué maravilla de vida en esos corrales antiguos de Triana. Nos daban las tantas de la mañana cuando nos metíamos en fiesta, y la verdad, es que no nos hacía falta gran cosa; con un potaje de chícharos nos poníamos todos morados, y no veas lo bien que lo pasábamos.

Aquella vida, no tiene nada que ver con la de ahora en los pisos. Y además se te hacía falta algo, todo el mundo te ayudaba.

Lo de Herejía me lo pusieron de niño, porque dicen que era muy travieso.

 Este es el famoso salto del Herejía. Me regaló esta foto y con el mismo cariño hoy la publico en su memoria. Se trata de un salto hacia atrás, algo complicado de explicar y que algunos estudiosos dl baile interpretan a su manera. En mi opinión, está fuera de toda ortodoxia académica.


Yo bailaba ya desde chiquetito, aunque no de forma profesional. Me llamaban mucho los señores para las fiestas, porque yo cantaba muy gracioso, y bailaba; así que desde los 11 años, ya empecé a ganar dinero con los señores. Uno, que era don Salvador Guardiola, me llamaba incluso 2 o 3 veces por semana, y me quería como a un hijo, y me llevaba a todos los sitios.

Yo, la verdad, me iba a jugar todos los días con los chiquillos, y cuando menos me esperaba, iba don Salvador a buscarme a mi casa para que me fuera con él.

Después me metió en el Guajiro, y como el pase terminaba temprano entonces, pues de allí nos íbamos a Citroen. Recuerdo que yo me llevaba de guitarrista al hermano de Melchor de Marchena, a Antonio, y que después de Citroen, nos íbamos a cenar a una terraza que había por la Cruz Campo, y cuando terminábamos, nos marchábamos para  "Las 7 Puertas", hasta que nos hartábamos, y ya venía a por nosotros su chófer, y nos llevaba a un bar de la Puerta Jerez.

Además de Guardiola, he estado con Pareja Obregón, con Pepe Marchena, El Algabeño, Manolo Caracol, Antonio Mairena, Manuel Vallejo, El Sevillano..., con toda esa gente, he cantado yo.

Recuerdo, que a Mairena, lo conocí en una caseta de Feria que puso Pepe El Gitanillo, el hermano de Rafael Vega de los Reyes, y allí le canté yo, con mi hermano Curro, El Yoni y Rafael el Negro. Ahí Fué donde conocí a Mairena, y se quedó encantado con nosotros.

Otra noche, estuve con el torero Sánchez Mejías, en la Venta Marcelino, y estuvimos toda la noche allí cantando, y como no llevaba dinero para pagarnos, al final nos citó en el bar Pinto al día siguiente a las 5 de la tarde. Llegamos, tomamos café, y cuando llegó, le dice a Pinto, "Pago una caja entera de whisky, pero con la condición de que Pastora venga, y que escuche aquí a mis amigos".
Estábamos Chiquetete, Manuel Molina, El Flores, y yo. Y Pastora, se quedó encantada, y decía que ¿cómo es posible que estas criaturas estén por la calle con el arte que tienen en lo alto?.

Y antes de "Triana Pura", hemos estado trabajando por toda Andalucía, y por Madrid, haciendo "turné". Y el grupo de "Triana Pura", se debe a una prima del Juani, que tenía mucha amistad con Ortiz Nuevo, y consiguió reunirnos a todos, le concedieron 200.000 pesetas a fondo perdido y además, el poder disponer del Teatro Lope de Vega para el espectáculo. Y la verdad es que el resultado Fué un escándalo; un éxito bárbaro.



De cosas graciosas que me hayan pasado te puedo contar muchas, pero vamos me viene a la cabeza una vez que con el grupo "Triana Pura", actuábamos en Bilbao, y cogimos aquí en Sevilla un avión hasta Madrid, y luego allí otro para Bilbao. El tiempo estaba muy malo y el avión hasta Madrid se movía un poquillo, pero el que cogimos para Bilbao, se movía más todavía; y no veas La Perla el miedo que tenía,

Es muy miedosa. Y me dice: "José. Cómo es que se mueve tanto el avión". Y le digo: "Porque el piloto, no sabe más que abrir la ventanilla para escupir", y dice "Pues ahora cuando lleguemos a Bilbao se va a enterar éste, le voy a decir que no abra más la ventanilla para escupir, coño, que se traiga una escupidera". Me acuerdo que en ese viaje iban también con nosotros Chano Lobato, y el Chato de la Isla.

Yo lo he pasado muy bien, lo he pasado de maravilla, y una de las personas que más dinero me ha dado a ganar, ha sido José María González de Caldas, que conmigo siempre ha sido "un pedazo" de señor.

A mí me ha llegado a dar a ganar al año, un millón de pesetas, de aquella época, y además me tenía trabajando con él; pero cada vez que hacía falta, me decía que me fuese para el Cortijo, uno que tiene entre Bollullos y Sanlúcar la Mayor, y allí nos poníamos ciegos de comer y de beber.
  
  

ANTONIO MARTÍN LORENZO

  

                Nació en los pares de Evangelista, aunque pronto se mudó la familia a la acera de enfrente, al 11, donde él evocaba la recogida de las carretas del Rocío cuando las almacenaban hasta el año siguiente, así como el ambiente de sano júbilo y arte que se respiraba las noches de patio en un sitio donde convivió con grandes artistas, epicentro del desarrollo estructural que sufrió el flamenco cuando empezaron a eclipsar los punteros y la necesidad de primeras figuras comenzó a tirar de trianeros que ya habían trasladado, por necesidad, sus hogares a barrios periféricos. Pero fue allí donde se fraguó –nunca mejor dicho- todo.
                José vivió su historia de amor y terminó casándose con Salud, una íntima amiga de mi madre que habitaba en la casa de los palos, y allí pusieron su primer nido de amor, en la misma casa que habitaba Joaquín el Titi. Cuando llegó el éxodo, se fueron a un piso en la Avda. San Juan de la Cruz, donde residieron hasta su muerte.



En esta foto de los cincuenta, están José, Salud, en primer lugar, y al final, mi madre, Manuela, y mi padre, José. La gitanita del centro es mi tía Reyes, esposa de mi difunto tío Miguel.

                Tuvieron cinco hijos: Salud, Concepción, José, Elisa y Eduardo, a los que hace mucho, demasiado tiempo que no veo. Todos fueron amantísimos hijos, tanto de José como de Salud, y su apego y devoción por sus padres, hasta el final, podrían servir de ejemplo en nuestros días. José les hizo crecer en amor y bondad, pues siempre fue un hombre trabajador como el que más, que pasó de trabajar en las minas alemanas a buscarse la vida de nuevo en Sevilla, en las minas del pan duro que suponen los trabajos esporádicos alternados con alguna que otra fiesta. La honradez no da para más; lo mismo le echaba un cable a mi padre cuando sabía que su situación no era buena, que aguantaba su vela cuando le tocaba. Pero cuando llamaba amigo a alguien, eso era cierto.

 Una foto imposible, Herejía, bético confeso y militante, junto a Don Federico Pérez Estudillo, capellán del Sevilla F.C., el cura que declaraba: Rezar por los béticos es superior a mis fuerzas. Me resulta imposible hacerlo. 
 Para que se hagan una idea, pueden leer este articulo de Holgado Mejías. Impagable:

Como una última perla, les ofrezco este video subtitulado tomado por mi padre en una fiesta familiar, donde Herejía hace derroche de su arte:








José Luis Tirado Fernández



6 comentarios:

  1. Fuiste tú el que me dijo que José había fallecido, sabía lo que significaba para ti. Al poco, le hice un sentido homenaje en mi blog, (22/7/12), también tengo la joya de Triana Pura y Pura. Sólo lo conocí en versión artística y ahora que he visto esta maravilla...¡Cuánto siento no haberle conocido personalmente! He visto mucho y bueno tuyo, te sigo desde hace años, pero esto, esto, José Luis es ¡¡¡SUBLIME!!!
    Es de una riqueza increible, muy meritoria la exposición para tus seguidores, aportando fotos de la época, con el Puente de Triana, y tu familia, por cierto, te paraces tela a tu padre...
    Oírlo hablar, cantar y bailar, eso es impagable.
    ¡Muchas gracias por esta entrada! Irá directa al cofre de los tesoros.
    ¡Ay, aquellos corrales trianeros! ¡Cuántos y entrañables recuerdos, me los has puesto ante mis ojos, ya que del corazón, jamás se fueron!
    ¡Dios te bendiga, José Luis!
    Un afectuoso abrazo.
    MAri Carmen Gª Franconetti.

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  2. Cualquier añadido al comentario de Mª del Carmen se quedaría corto, Sigues sembrando tus conocimientos,tus vivencias, tus recuerdos y eso tiene un alto valor para los que te seguimos. Eres una enciclopedia mi querido amigo. Como siempre, espero lo siguiente,,,,

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  3. Paco Soler, del blog "Balcón trianero", me ruega la inserción del siguiente mensaje:

    "Nos llega desde el recuerdo de hace más de dos décadas, de aquellas actuaciones en el barrio, de “Triana, pura, pura y pura”; como bien matizabamos en las presentaciones que de ellos debíamos hacer en Triana.
    Tenemos en mente, aquellos vecinos que supieron radicar el “consumo de cáñamo” de la “plazuela de Santa Ana” con veladas y otros actos. De los carteles de uno de los varios “Manolos” que existían en aquellas comisiones, como Manuel Rubio Tavira (q.e.p.d.).
    Por lo tanto reconocido por la aportación de este “cuaderno de bitácora”, cuyo director sabe sentir y palpitar con un corazón “Cabal y poético”. Enhorabuena".

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  4. ¡Qué tiempos! Solo he conocido una pequeña parte de cuanto reseñas. Es evidente que mientras trabajaba por buena parte de España e incluso vivía fuera de Andalucía, me estaba perdiendo el quehacer diario de los auténticos trianeros. Conocía a Herejía de tu mano y, por última vez, lo vi en la residencia contigo.
    Gracias por describir, con tanta suerte de detalles, aquéllos artistas, aquél ambiente y aquellos años.

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  5. Enhorabuena, José Luis, por este magistral y exhaustivo trabajo, con ese además entrañable último vídeo.
    No soy entendido en flamenco ni tampoco trianero, pero en esta ocasión me has tocado la fibra sensible, y he disfrutado leyéndote como nunca.
    Un fuerte abrazo.

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  6. Ole tu primo soy la saluita gracias y mil veces gracias por como querias a mi padre al igual que el os querua a ustedes muchis besos y abrazos millones de besis a mus padrinos

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