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domingo, 6 de marzo de 2016

COPLAS DESDE MI MOTO



            A veces, en las idas y venidas de esta época, el trasiego de reuniones, pregones, saetas, en una ciudad agitada por sus propios pulsos y en la cual se me antoja imposible, como un hecho y no como una frase, desplazarse en coche a todo cuanto se produce, cual un Manuel Torre a lomos de su borrico, voy en mi burrita de cuatro tiempos, tarareando lo que a continuación voy a largar. 
            También, a veces, se me ocurre una idea, un giro, una letrilla, que apunto sin aparcar siquiera antes de entrar en el lugar, como el que me aconteció el pasado viernes:


El que mira y el que ve
son dos cositas distintas,
el que ve no se entretiene
y se entretiene el que mira.

            La usé como macho del martinete de una saeta por siguiriya que canté en el Lar Gallego, durante un pregón que pronunciaba un amigo mío y hermano de devoción, que por cierto con el frío acumulado en el trayecto, me costó mucho trabajo, pues la garganta parecía negarse a la obediencia debida. Era ésta, ya cantada en otros eventos y que compuse en los noventa, al misterio de las Siete Palabras:

Antes de que se abriera
el velo del templo,
quiso con siete palabras
escribir su testamento,
y puso mi Cristo sus ojos
en tu carita, Remedios.

            Lo curioso es que el sábado, en otro trayecto motorizado hacia un pregón que pronuncié para la Asociación de mujeres “Tres estaciones”, se me vino esta otra, que pienso aprovechar para algunos de los actos que me quedan, 

Ay, Señor de la Salud,
mírame, pare bendito,
quítame estas ducas negras,
que yo no las necesito.

            Y aunque sea un poco borde y/o irreverente, me resultó graciosa y ahí la dejo, y no descarto cantarla la semana próxima. Y en lo alto de la moto, también se me ocurrió una solearilla

No es por pudor ni vergüenza 
lo que esa mujer se tapa,
que debajo del vestío
van las costuras del alma.





José Luis Tirado Fernández



9 comentarios:

  1. Eres sorprendente, José Luis. Tienes la capacidad de hacer varias cosas a la vez: rodar con la moto, estar atento al tráfico, a los semáforos, a los peatones que se cruzan... y además tener la cabeza en otro sitio... inspirándote o componiendo y sin parar el motor, escribirlo. ¡Envidiable!

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  2. Oírte cantar estas coplas debe ser insuperable. Por cierto...¿También cantas desde tu moto?
    Muy buena entrada Jose Luís, como todas.
    Recibe un abrazo

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  3. Como siempre un regalo. Aún recuerdo tu saeta en uno de mis pregones. Cuidado con el tráfico... Abrazos. Santiago.

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  4. Esas costuras bajo el vestido....buen paseo con un buen final. Saludos

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  5. Menos mal. que según tu,tenías un poco cogida la voz,por el frío que habías cogido en la célebre moto, porque en mi vida he oído una voz más potente que la tuya,¡¡¡qué padazo de regalo me trajo mi yerno que te grabó con su móvil,!!! y me lo puso nada más llegar a casa.Dios te conserve esa voz para deleite de quién te oiga. un abrazo.

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    1. Pues cuando una menda vaya por Gines, a tu casa voy a oírlo, no me lo pierdo ni loca.
      ¡Oleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeé!

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  6. ¡Que arte tienes!. Nunca dejas de sorprenderme.
    Un fuerte abrazo.

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  7. Ya me preguntaba yo... que le falta a mis poema ? Pués nada, solo una moto, Y como estoy " algo mayor " y por supuesto no me vas a prestar la tuya, espero que sigas con o sin ella deleitándonos con tu arte
    Motero que vas corriendo
    haciendo tus mandaitos
    sigue ,tú sigue escribiendo
    pero POR DIOS , despacito
    que también de esta manera
    podras llegar a los sitios






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