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jueves, 5 de septiembre de 2024

CURRO PUYA, UN LIDER GITANO


 

QUIEN ERA CURRO PUYA

            Por varias pistas que la lectura me ha proporcionado, creo haber localizado el nombre y apellidos del legendario Curro Puya.  Las fundamentales, en los libros de Ángel Vela Nieto, Luis Vázquez Morilla y otros textos.

El segundo, en su libro sobre Franconetti y los Fillo apunta a la posibilidad de que Curro fuera trasladado a Cádiz después de los sucesos de junio de 1856. Es poco probable, ya que en 1857 y en sucesivos años aparece empadronado en Triana. En dos letras atribuidas al cantaor, ya que no está demostrado que torease, el autor da alguna pista sobre su filiación.

Una, más conocida y divulgada, tanto en libros y páginas de internet, la reproducimos más abajo.

            Y otra, que Aurelio Sellés cita en el libro de Blas Vega “Conversaciones flamencas con Aurelio de Cádiz”, parece dar alguna pista sobre Curro:

No hay quien llame a Baldomero

Baldomero llame a Antón

Antón llame a Rosario

Que aquí los quiero a tós.

            Y resulta que, en los padrones de Triana de 1876, aparece Francisco Vega Bermúdez, casado con Santos Rodríguez Lérida y cuyos dos hijos varones mayores se llaman Baldomero y Antonio.



            Y en la hoja siguiente, una hija llamada Rosario



Rosario nació en 1869, con lo que la relación entre los sucesos de 1856 y esta letra carece de sentido. Parece más bien un llamamiento en el lecho de muerte o el transcurso de una enfermedad. Pero sin duda se trata del decimonónico cantaor.

SU RELACION CON GITANILLO DE TRIANA

            Francisco Vega de los Reyes, conocido por Gitanillo de Triana o también como Curro Puya, fue un torero de gran éxito nacido en Triana a primeros del siglo XX. Su padre se llamaba Manuel, su abuelo Joaquin y su bisabuelo Manuel. Nada que ver con la leyenda de que era bisnieto del mítico Curro Puya. Francisco Vega Bermúdez era hermano de su bisabuelo.

El pueblo gitano comenzó a llamarlo así porque creyó que Curro Puya se había reencarnado en él. Su nombre de torero era ese: "Gitanillo de Triana"


EL APODO

            Se hacen varias referencias al mote, el más probable, la de una familia de gitanos herreros de la cava que se dedicaba a fabricar, entre otros productos de alcayatería, unas grapas para fijar en los rollizos de madera el alambre de espino cuando se montaban vallas de separación.

            Las referencias escritas, bien en padrones o partidas de nacimiento, no aportan gran cosa sobre el origen del apodo, aunque en una hoja del padrón de 1853 su hermana Maria, veinte años mayor,  aparece inscrita como Maria Vega Puya:




            Eso podría significar, entre líneas, María Vega, de la familia de los Puya. Aparecen muchos apodos en los censos de esos años.

CURRO PUYA, ¿UN LIDER GITANO?

-La situación nacional y los sucesos de junio de 1856

            En 1854 hubo en España una revolución que dio lugar a un gobierno presidido por el General Espartero, quien convocó elecciones y creó una constitución que nunca llegó a ser promulgada, ya que en 1856, O´donnell da un golpe contrarrevolucionario y ocupa el poder hasta 1857.

            Comienza 1856 con Triana inundada, muchas casas hundidas y el reparto de pan en barcas, aunque el hambre no era el mayor de los males de la población. Los cuatro jinetes hacen presencia en el arrabal.



            Con las primeras calores de 1856 sobreviene una epidemia de cólera, que se establece en Triana de manera cruel. En este ambiente, en nuestro barrio se suceden acontecimientos de gravedad.

            El 26 de junio, y sin más versión que las aparecidas en la prensa local y nacional, unos gitanos participan en una pendencia con resultado de muerte de un hombre, sin estar claro aún los motivos, ni el sitio exacto ni la identidad, tanto de los gitanos como del fallecido. He aquí un batiburrillo de las noticias de la época:

-La Regeneración, 2 de julio: cinco gitanos intervinientes. Cinco gitanos muertos en las turbas y entre once y catorce heridos.

-Diario de Palma 6 de julio: seis gitanos intervinientes. Siete gitanos muertos en las turbas y entre doce y dieciséis heridos.

-La España 1 de julio: Cinco gitanos intervinientes. Dos gitanos muertos en las turbas y varios heridos.

El genio de la libertad 29 de julio: seis gitanos intervinientes… algunos de los milicianos se apoderaron de tres de los criminales, huyendo los otros dos (SIC) en dirección a San Juan de Aznalfarache.  Tres más dos, seis gitanos.??? Cualquiera da pábulo a esta noticia. Siete gitanos muertos en las turbas y doce heridos.

-La Época 1 de julio. Cuatro gitanos intervinientes. Tres gitanos muertos en las turbas y ocho heridos.

            ¿Quién con dos dedos de frente y a día de hoy daría carta de naturaleza a esas noticias? Item más. ¿Se daría en la actualidad mucho valor a la etnia de los participantes? Se siguen dando algunos casos, pero veamos.

En el Registro Civil, constan el día 26, un ahogado y ninguna muerte violenta, mientras que el 28 murieron varios de cólera, un fusilado y varias afecciones que no tienen nada que ver con la violencia.

Pero curiosamente, el 27, entran dos cadáveres “de un gitano”, uno “como de 24 años” que vivía en Triana y otro “como de treinta años”. Ambos sin identificar.




¿Pero qué pasó en realidad aquel fatídico día? Lo cierto es que las consecuencias fueron gravísimas. Las casas de los gitanos fueron asaltadas, se les persiguió y fueron agredidos. Esa sí que fue una noche de  los cristales rotos, y no a la que alude Matilde Coral refiriéndose a la mudanza de los vecinos de Triana a los refugios en los años sesenta.

Los jerais por las esquinas

Con velones y farol,

En alta voz se desían:

¡Marerarlo, que es caló!

(Manuel Balmaseda, “Primer cancionero de coplas populares”)

            Lo que pasaba era esto



         Antonio Mairena cantaba esta letra:

 

Curro Puya estaba durmiendo

y a la hora grande se despertó

Curro Puya estaba durmiendo

y a la hora que se despertó

ni soldaitos ni cabos

y en la fundición quedó

 

            Pero no hay demostración, prueba, noticia o sospecha de que este Francisco fuera abanderado en la defensa de sus vidas de aquellos gitanos que fueron perseguidos y acosados en esos días, sino la tradición oral y algunas letras que se refieren a Francisco, como la de Mairena.

 

LA FRAGUA DE LOS PUYA

            En esa fragua también se vendía carbón y cisco picón. Los Puya lo compraban a carros, y lo desmenuzaban con una piedra giratoria. La herrería estaba en la Cava, a la altura del 120. Curro se vestía cada mañana para ir al tajo y cada vez que lo hacía recordaba a su abuela Carmen, que lo vestía de niño para ir a la miguilla. Le ponía el calzoncito y siempre le recordaba: “Currito, los hombres cargan a la izquierda”. Entonces sonreía y daba un beso al cielo, mientras se ajustaba el delantal.



            Francisco de Paula Isidro Vega Bermúdez nació el martes dieciséis de Mayo de 1826 en Triana. Esta es su partida de bautismo.


Archivo de la Real Parroquia de Santa Ana. Libro de bautismos 1926

En 1852 es padre de una hija, Maria, bautizada en Santa Ana y cuya madre es Maria Encarnación Serrano Fernández. Esta niña, posteriormente, aparece como Pastora, y vive junto a su padre y abuelos, hasta 1868.

En 1860, tiene una nueva compañera, Maria de los Santos Rodríguez Lérida, aunque permanezca soltero y viviendo con sus padres, Manuel y Juana. Ella vive en el mismo corral de vecinos, aunque en una vivienda aparte, junto a un hijo de Francisco, llamado Manuel, que nace en Febrero y muere en Diciembre. En 1863 nace Baldomero, aunque la pareja permanece separada y viviendo como solteros.

En 1864 Francisco y María son padres de nuevo, La neonata se llama Encarnación y muere con menos de un año, pues ya en 1865 no aparece en los padrones. Ese año se establece en San Jacinto un hospital provisional para paliar la epidemia de cólera morbo asiático, de acaba aproximadamente con el noventa por ciento de los fallecidos ese año.



Un nuevo vástago, Antonio, nace en 1866; sus padrinos son Alonso Moreno y Encarnación Camacho.

            Por fin, en 1869, aparece viviendo junto con Maria de los Santos y dos hijos vivos, Baldomero y Antonio. Ese mismo año, les nace una hija llamada Rosario. Sus padrinos son el marido de su tía Dolores y su prima Matilde, de quince años.

            Por último y acabando el capítulo de sus hijos, en 1872 nace Manuel y en 1879, tardía, nace Juana, cuando Francisco apunta ya cincuenta y tres años.


MAESTRO DE MAESTROS

Yo me llamo Curro Puya

por la tierra y por la mar

y llegando a la taberna

la “piera” fundamental.

 

            En el mundo del flamenco, la tradición oral se convirtió durante algún tiempo en la única referencia de los cantes y sus formas, así como de la datación de los cantaores, bailaores y guitarristas. Hoy se está recurriendo más a la investigación –una buena muestra son estas líneas-, y se han conseguido datar familias, domicilios, actuaciones y se han limpiado grabaciones con las que uno no se enteraba de nada, pero que ahora resultan imprescindibles para entender algunos palos.

Hay muchas personas en el tema. Sin embargo es esa misma tradición oral la que califica como rey, grande, creador o incluso inventor a un cantaor al que nunca se ha escuchado y del que ni siquiera sabemos cómo era su voz. El caso es que sigue pasando lo mismo, pero con los medios existentes; he leído calificar a una artista que canta con “autotune” como a la nueva Niña de los Peines. Pero además se lo he escuchado a gente que admiraba. Se me han caído. Sigamos por la senda de la tradición oral. Quien no pueda soportarlo, puede dejar de leer aquí.

MAESTRO DEL CANTE

            Esa letra tan traída y llevada no tiene más remedio que referirse al cante. Claro que sí. Esas referencias a la taberna y a la “piera” no deben estar referidas a ningún tumulto, a ninguna defensa. Tampoco hacía falta que Fernando el de Triana nos informara de que en la Taberna de Rufina se cantaba, o mejor, cantaban los gitanos. Porque eso lo hemos vivido algunos que aun estamos vivos; personalmente, tengo en mi profesión la causa de haber escuchado tanto cante. En los bares, en las tabernas, es donde se aprendía.

 

Y como resulta que Curro Puya nació alrededor del treinta del XIX, como Francisco la Perla, como Francisco el Fillo……….

 

            Puede suceder que el rio donde bebieron tantos cantaores relacionados con la fragua y/o el pelado de bestias no fueran ni Antonio El Fillo ni el Colorao, ya que todos los que destacaron a finales del XIX, como El Lebrijano, Los Pelao, Lolo Vega, Juan José Niño López, Manuel Cagancho, tuvieron una estrecha relación, fueron familia o vecinos del cantaor. Un rio más caudaloso que el nuestro. Unos buenos ejemplos serian:

 

-Diego Fernández Flores, El Lebrijano, llegó a Triana a principios de los setenta, con menos de 25 años, a trabajar en el barro, aunque encontró trabajo como carnicero. Fue miembro de la familia Vega, a través de su casamiento con una sobrina de Curro Puya, Pastora Fernández Vega,  viuda de Joaquin Lérida, con el que había tenido cuatro hijos. ¿Es cierto que Diego llegara desde Lebrija como cantaor completo y de fama? ¿O por el contrario, bebe, como todos, en Triana, hasta ser considerado príncipe de los cantes propios del arrabal? Pues escuchando a Curro Puya, y si no, que me lleven los diablos.

 

-Lolo Vega. Manuel Vega Moreno, sobrino de Curro Puya, hijo de su hermano Manuel, primero de los artistas del XIX fotografiado como “cantaor flamenco”, documentado en esta entrada:

 

http://miflamencoymipoesia.blogspot.com/2020/12/lolo-vega-cantaor.html

 

-Juan y Jose los Pelao

 

A Juan Garcia Moreno le llamaban “El Pelao” y no tenía ninguna relación familiar con Francisco la Perla. Su familia vivía en el mismo corral que Curro Puya, y con once años, aparece en 1866, calle Evangelista 12. A los 24 años aparece conviviendo con una mujer asentada como Ana Clara “Macha”, de 25 años, de estado “malcasada”.

 

 En realidad era una hermana gemela de la Andonda, nacida en 1848 en Ronda, y se llamaba Ana María Amaya Heredia. Tuvieron un hijo en 1878 llamado José Garcia Amaya. Juan “El Pelao” ha sido calificado por la tradición oral como el mejor de los martineteros de aquella época en Triana.

 

En 1879, tenía como vecinos en la calle Puerto a Manuel, hermano de Curro Puya, a sus sobrinos Lolo Vega y su hermano Joaquin, a José Ortega Vargas, hijo de Antonio el Fillo, a Pedro Niño López, hijo de “El Brujo” y a sus propios hermanos José y Dolores, solteros. En 1895, en ese mismo patio, residió Antonio “Frijones”. Y hablando de patios, ¿Cómo serian los bautizos en este que nos ocupa?

 

Su hermano José era apodado de la misma manera, y su vida, hasta sus respectivos casamientos, fue paralela a la de Juan.

 

Tenemos a esta familia como de almas grandes y  generosas; su hermana Carlota adoptó dos niños de la casa cuna, Ramón y Gumersindo, como constata en la hoja de censos de 1877.

 

-La familia Niño López

 

            La mayoría de los hijos de Pedro Niño “El Brujo” nacieron en Triana, y siempre tuvieron morada al sur de Triana, siguiendo la costumbre nómada de aparecer cada año en un domicilio distinto. No obstante, siempre cerca de la familia Vega y su fragua. Parece que Pedro Niño Moneo ya vivía en Sevilla con trece años.



 

            ¿Pero qué podemos escuchar hoy día que se asemeje a lo que cantaba Curro Puya o sus discípulos? Los cantes que transmitió Tomás Pavón, a través de su suegro, Antonio Bermúdez Vega, perteneciente a la saga cantaora.

O al descendiente de esa familia fragüera y gitana de la cava, José Bermúdez Vega, Pepe el Culata, al que podemos escuchar por soleá, en cuyo eco resuena esa huella sonora, acompañado de Perico el del Lunar.



Y una letra de Pepe para enmarcar:

Sete colores distintos

tiene el arco iris cuando sale

pero le falta el moreno

que es color más bonito

que los gitanos tenemos.

 

José Luis Tirado Fernández



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