Páginas del blog

jueves, 30 de junio de 2011

EL REGIMIENTO DE SORIA 9

In memoriam
         El domingo 26, a consecuencia de un atentado en Afganistán, fallecieron  el sargento Manuel Argudin Perrino y la soldado Niyireth Pineda Marín.

         Ambos pertenecían al Regimiento Soria 9, y es por lo que decidí escribir esta entrada, pues he pertenecido al Regimiento, y aunque me confieso no militarista -estuve en el ejército como soldado de reemplazo, es decir, por obligación-, sí que he podido experimentar en mis carnes  la dureza y disciplina que se practicaba en el mismo.
         Una leyenda cuartelera de los años cincuenta y hasta los setenta,  afirmaba que en las maniobras del Regimiento se usaba munición real, y que los soldados hacían la toma de los objetivos con una ametralladora apuntándoles con fuego de verdad, aunque yo estuve allí, lo hice y sin embargo no lo puedo asegurar. Sólo escuchaba su ruido, y no vi caer nunca herido a nadie. Quien sabe… en esta página que he encontrado, también lo dicen:
         Su historia comienza hace más de quinientos años, y en ese largo periodo, ha tomado diversos nombres, tales como “Tercio de Nápoles”, “Tercio de Bramante”,  Regimiento de Infantería Ausona n.º 8”, etc., y es el mismo que aparece en el cuadro de Velázquez “La rendición de Breda”, con sus famosas “lanzas” y sus sombreros

         Su grito de guerra, según leyenda, cuando se lanzaban al ataque, era ¡Sorianos!


        Y aunque no lo pasé muy bien allí, recuerdo el cuartel, sus barracones, sus jardines, su reloj frente al cuerpo de guardia. Incluso la poesía tenía su rinconcito en un pasillo que conducía a los calabozos, entrando a la izquierda, un cuadro con esta leyenda:
“Aquí la más principal
hazaña es obedecer,
y el modo cómo ha de ser
es ni pedir ni rehusar.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la fineza, la lealtad,
el honor, la bizarría;
el crédito, la opinión,
la constancia, la paciencia,
la humildad y la obediencia,
fama, honor y vida son,
caudal de pobres soldados;
que en buena o mala fortuna,
la milicia no es más que una
religión de hombres honrados."

D. Pedro Calderón de la Barca
Soldado español
         Para que os hagáis una idea de sus intervenciones militares, fueron, entre otras: Batalla de San Quintín, la toma de Amberes, Guerra de Sucesión Española, Sitio a Gibraltar, revuelta de Túpac Amaru, Guerra de los Pirineos, Batalla de Vich, defensa de Tortosa, sitio de Bilbao, sitio de Morella, Guerra de África, Batalla de Treviño, Guerra hispano-americana, Guerra del Rif, Guerra Civil Española, Guerra de Ifni, Guerra de Afganistán.
         Fue llamado “el Sangriento”, y así constaba en los setenta en los banderines colgados en sus galerías, por la sangre que habían derramado sus soldados. Afortunadamente, yo estuve en tiempos de paz.


Su relación con Sevilla.
No sólo está relacionado con el sevillano Diego Velázquez, que lo inmortalizara en el anteriormente citado cuadro, sino que su historia está íntimamente ligada a nuestra ciudad, pues desde su antigua ubicación en el Convento de San Hermenegildo, hoy desaparecido y del que sólo nos queda su iglesia, hasta más tarde en la carretera de Málaga, en el cuartel de San Fernando, hoy ocupada por las cocheras de Tussam.
         Su Banda de música, excelsa, ha acompañado a nuestras Hermandades desde principios del siglo XX, siendo en los años veinte Director de dicha Banda Don Manuel López Farfán, autor de “Estrella Sublime” y “Pasan los campanilleros”, dedicada ésta última a mi Hermandad de las Siete Palabras, y más tarde, en los setenta y ochenta, Don Abel Moreno Gómez, tan querido por todos los cofrades sevillanos y autor, entre otras, de la impresionante marcha fúnebre “La Madrugá”.
         Así que, en memoria de mis dos compañeros caídos en Afganistán, Manuel y Niyireth, os dejo por hoy, señalando, como curiosidad, que el Capitán Alatriste, también era del Soria 9. ¿O no?


11 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu no militarismo, José Luis.

    Mis recuerdos de la mili se reducen a uno: los casi 17 meses más perdidos de mi existencia. No sé si te imaginas lo que es ser guripa en una compañía donde más del 70% eran enchufaos. El resto nos comíamos todos los marrones del mundo. Primero, guardias y refuerzos; luego cabo de cuartel.

    Amistades, pocas, superficiales y más bien de conveniencia.

    Siempre sin un duro en el bolsillo, cuando un par de meses antes del campamento había aprobado las oposiciones que me darían de comer casi el resto de mi vida. Pero me cayó la losa antes de poder ganar un puto duro. Comía el rancho, con cuyo importe se hacían ricos los mandos y comíamos de mal para abajo. A pesar de ese 70% de pernoctas -que no comían, pero ellos se repartían y embolsaban el importe- aún les parecía poco y compraban de lo peorcito.

    Por pensar y decir en voz alta lo que pensaba -mi funesta manía- me dieron el más espantoso, sonoro y vergonzante bofetón, el único de mi vida de adulto, delante de numeroso público que se maravillaba de lo que estaba ocurriendo. Hubiera preferido un mes, o cuatro, de calabozo, antes que aquello.

    Hasta entonces no había blasfemado, pero empecé a hacerlo. El ejército franquista, el que yo conocí al menos y que no se me enfade nadie, era más corrupción que otra cosa.

    No sigo porque se me rebela el estómado.

    Saudos.

    Yamayor

    ResponderEliminar
  2. El que haya estado allí, sabe de lo que estás hablando, querido Pedro. Ahora lo hacen por un sueldo. Nosotros, como comento en la entrada, por obligación. Te cortaban la vida por medio; después te devolvían a la vida civil un poco más pillo, más desconfiado, con menos principios.
    Saludos, José Luis.

    ResponderEliminar
  3. Pues yo cuando acabé la carrera, quise hacer la milicia universitaria, y, como no pude, me hice objetor. Je,je,je

    Supongo que hay gente que aprovechó el tiempo, y otros todo lo contrario.

    Lo malo, es como dice Pedro, que estaba uno rodeado de enchufados. (como en todas partes, vamos).

    Saludos, y adelante como este pedazo de blog, José Luis.

    ResponderEliminar
  4. En el tiempo en que Pedro hizo la mili dudo mucho de que hubiera tenido la oportunidad de objetsr nsda,¿si o no, Pedro? En esas fechas era muy, muy peligroso sacar los pies del tiesto. Enchufados si, pero hoy también, en la administración, en las contratas, etc.. eso no es nuevo. Gracias por tus visitas, Javier.

    ResponderEliminar
  5. ¡¡SORIANOS¡¡,.preciosa entrada, hasta hace poco todos hemos tenido amigos que han pasado por el regimiento Soria 9,.sali excento, ya veo de lo que me libre, sin embargo yo queria heberla hecho.
    Andaba torcido, digo o me enderezan o me rematan,.
    Como casi siempre lo que deseo juega en contra de mi,.
    Pero bueno si quieren soldados que menos que le paguen, esto si es algo bueno que hemos conseguido,
    Soldados profesionales,
    To killer to born.,
    Abrazos amigos¡¡

    ResponderEliminar
  6. En realidad, José María, mejor que no hayas estado. Lo primero es que te llevaban por obligación, ahora va el que quiere, pero los que fuimos por cojones, llevamos una marca muy profunda en nuestro sentimiento. Aprender, se aprendía poco que después en tu vida pudiera servirte. No sé si recuerdas a Rambo, la primera pelicula y creo que la unica comestible: un soldado de élite, que manejaba equipos de millones de dólares, luego en la vida civil decía "no me quieren ni para lavar coches" ¿De qué le sirvió todo lo aprendido? Mejor que lo hayan profesionalizado. Que sea ese su trabajo, que se jubilen y que tengan ahí un medio de supervivencia. gracias, José María, por tu comentario.
    P.D. Tampoco puedo negar que añoro un poco el Soria 9, a pesar de mi antimilitarismo, no sé...

    ResponderEliminar
  7. ..Pues a mi me encantan los uniformados, los desfiles, los militares, los bomberos, la Guardia Civill.....etc.

    ... Y conste que una srvió a su Patria, hice el Servicio Social de antaño, .....si es que no tengo remedio soy una rancia total

    ResponderEliminar
  8. De lo qwe se libran los jóvenes de hoy día. Del servicio ,militar, ellos, y del social, ellas. Aunque algunos jóvenes que conozco se merecerían hacerlo. Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Si esa peli de Rambo, la primera, me gusto, porque cuenta muy bien la soledad del soldado cuando deja la guerra y viene a su pais, pues es cierto asi los tratan y mas cuando pierden.
    Saludos¡¡

    ResponderEliminar
  10. José Luis, me da la impresión que hoy voy a ser la nota discordante. Deseo darte la enhorabuena otra vez, en esta ocasión has tocado un tema candente en otro tiempo, la 'Mili': polémico, nostálgico, de rechazo... Mi experiencia -como voluntario en Aviación- fue positiva, aunque ya lejana en el tiempo. Como cada uno cuenta 'la feria' según le va te puedo decir que hice buenos amigos, de los que hoy aún perduran; no salí traumatizado, aprendí de los sinsabores, gocé con la camaradería. Hice guardias, refuerzos, puerta, guardé carrera, desfilé... Cuando no tenía servicios en Tablada tomaba la bicicleta, llevaba en el trasportín a un compañero hasta el Cerro del Águila, regresaba al Centro y pernoctaba en casa de mis padres. Respeto a los comentarios negativos de los demás 'blogueros'. Sin ser una etapa idílica, sí me fue enriquecedora por las personas -en todos los niveles- con que traté. Adelante, José Luis, con tu blog. Ramón.

    ResponderEliminar
  11. Estimado Ramón, cómo me alegran tus comentarios. Debo reconocer que desconozco la vida cuartelaria en Tablada, doy mis impresiones sobre cómo lo pasé en primera persona. Tampoco me gusta extenderme sobre las historias de la mili, ya que encuentro el tema manido y trasnochado. En cuanto al ejército, creo que está mejor así, profesionalizado, así va quien quiere y puede hacer su oficio de las milicia; lo de antes, totalmente injusto. Saludos afectuosos. José Luis

    ResponderEliminar