El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

lunes, 28 de febrero de 2022

PEDRO NIÑO EL BRUJO Y MIGUEL BENGALA

    En realidad, Miguel Niño Rodriguez, "Bengala", no era tataranieto del Brujo. Era su bisnieto. Por línea ascendiente, Miguel, hijo de Pedro, hijo de Manuel, hijo de Pedro.

    En realidad, El Brujo no llegó a Sevilla huyendo de una muerte en el Puerto por defender la honra de una hija suya. En 1842, en los padrones de San Miguel, aparece viviendo junto a su mujer, Maria Dolores López y un hijo nacido y bautizado en la parroquia ese mismo año.


    Si es verdad que nació en 1819, tendría 23 años; ella, con diecisiete, y su madre, Maria Navarro, viuda de cuarenta, compartían patio con una buñolera y un carrero.

    Habitaban en pleno centro de Sevilla, en la calle Estudiantes, lo que hoy día se correspondería con las traseras de El Corte Ingles del Duque. Después vino a Triana a enriquecer su arte.

    En realidad, la primera hija de Pedro Niño el Brujo se llamaba María de la Esperanza y nació en Triana en 1846. Por otra parte, su hijo Juan José Niño López, sevillano de Conde Negro 12, nacido el 15 de septiembre de 1859, murió sin descendencia. Su esposa se llamaba Ana Dolores Vega Moreno y era hermana de Lolo Vega, cantaor identificado en este blog y de la estirpe de los Puya.

    En realidad, "Bengala" no era nieto de Manuel Cagancho, sino de su hermano Miguel, de quien recibió su segundo apellido. Bisnieto también, entonces, de Tio Antonio Cagancho. 

    Dos ilustres apellidos, buena persona y artista y abuelo de los Carmona, componentes de Ketama.


José Luis Tirado Fernandez


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sábado, 5 de febrero de 2022

MI ROSALIA

 


De Pelay Correa
Mira si yo soy una buena gitana...



Rosalia la gitana


Yo quiero dí a las minas de Egito
porque me habian dicho
que habia allí unos probesitos gitanos.
Esos gitanitos lo que jacían
era pelar los borriquitos de los castellanos,
por eso yo quiero dí a las minas de Egito.


A mamá y a mamá
que más palante habrá más.

Jose Luis Tirado Fernández