El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

sábado, 8 de julio de 2023

JUAN RODRIGUEZ FLORES Y EL BAUTIZO DE GITANOS DE 1841

 

                 En los archivos de la BNE, aparecen una serie de relatos escritos con el nombre figurado de “Fray Gerundio”  por el periodista y escritor Modesto Lafuente (Palencia, 1806), cuya obra más célebre es “Viage aerostático de Fr. Gerundio y Tirabeque” DE 1847.

                Entre la ingente cantidad de relatos, poemas, artículos de opinión, cuadernos de viaje, epístolas y filigranas literarias aparece, dentro de un viaje general a la baja Andalucía, realizado durante el mes de marzo, y publicado el 26 de ese mismo mes, en 1841, un episodio donde el fraile y su ayudante o acólito “Tirabeque” cruzan el puente y acuden a Triana.

Allí, según narración real o supuesta, que todo pudiera suceder, son invitados por Juan Rodríguez el Gallego.


                Eran muchos los fragüeros que estaban ciegos o tuertos, debido a las pavesas  o a las esquirlas de su oficio. Existían lentes, caras y escasas por lo lento de su fabricación, pero gafas de trabajo propiamente dichas, no.


INVITADOS

                De su familia, y los más conocidos, su hermano Manuel y su sobrino Tío Antonio Cagancho, El Fillo y su familia, los novios Candelaria y Curro Pabla, el jovencísimo Curro Puya, en fin, qué fiesta. Juan de Dios y el Brujo vivían en Sevilla, aunque bien podrían haber hecho la cortesia de su presencia. Y sobre las bailaoras mencionadas en el relato, “Niestra”, que es el nombre con el que se asentaban las Hiniestas en aquellas fechas, muchas, o la Juana Vargas, que por ser nombre y apellido abundante en Triana en aquel tiempo, se quedan en la inopia de esta historia.

   
             Por supuesto que no se bautismaba a ningún hijo de Juan, ya que su benjamín, Antonio, nació en 1830 y no creemos que éste lo celebrara a los once años. Parece ser que el neófito era su nieto Juan Miguel Rodríguez Bermúdez, que había nacido el diez de los corrientes. Por cierto, en Castilla, catorce. Eso me suena. A lo mejor alguien le dijo a alguien que allí se celebraban fiestas. Y hasta asambleas.


José Luis Tirado Fernández