LA ARGENTINITA
No les haría falta mucha
inspiración a los hermanos Alvarez Quintero, para componer este soneto a la
belleza de la Argentinita. Baste sólo con mirar su cara para que las musas
sobren. O falten.
Foto
de la revista Blanco y Negro, de 1912
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Con rumor que ya crece, ya se esfuma,
de clásicos palillos o vihuela,
sale al tablado que su planta anhela
preciosa encarnación de luz y espuma.
Del arte popular esencia suma,
terroncito de sal, flor de canela,
muevese alegre, y gira, y salta, y vuela,
como en el aire delicada pluma.
Gracia es su cuerpo, de sus pie ufano,
que lo mecen con ritmo peregrino;
gracia su rostro, de su cuerpo hermano.
Y en su danzar
ligero, y suelto, y fino,
parece que con una y otra mano
va separando rosas del camino.
Serafín y Joaquin Alvarez Quintero
Lo conocía, querido y admirado José Luis. Me has recordado este soneto de manera magnífica. No alcancé conocerla, evidentemente. Pero sí tuve una estrecha y maravillosa con su hermana.
ResponderEliminarFelicidades, y mi abrazo.
Siempre amigo es interesante pasar por tus letras. Historias del flamenco y de tu tierra.
ResponderEliminarCordial saludo.
Hoertensia
Gran soneto de los hermanos de Utrera, dedicado a esa figura que tuvo un amor descompasado con el torero Joselito y con su cuñado Ignacio Sánchez Mejias. Los lios siempre terminan mal. (Lio: Una mujer con dos maríos") Buen fín de semana, Grato día de la Inmaculada y Felicidades en las próximas Pascuas.
ResponderEliminarPrecioso soneto de los hermanos Alvarez Quintero que no conocía, desde luego la Argentinita era guapa con fatiga, capaz de inspirar sonetos como estos.un saludo y como bien dice tu amigo Felices fiestas para ti y tu familia un abrazo
ResponderEliminarAhora, Jose Luis, tendrás que traernos a su hermana Pilar López. Buena entrada. Abrazos.
ResponderEliminarMuy bonita entrada, José Luis......como siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
No conocí de cerca a Argentinita,
ResponderEliminararrepentido quedo de ese fallo,
y al mirarme en su cara ya no hallo
que mi culpa pudiera a ser finita.
Su risa cristalina y gitanita,
es coger una rosa por el tallo,
trotar a lomos de un blanco caballo
y suspirar amores de soslayo.
Vueltas y mas vueltas de caireles.
Embotinados pies que solos vuelan.
Brazos que dibujan en el aire,
promesas de un amor incomparable
que pudieran brindar sus besos quedos
prendidos en las cintas de su traje.
A tu bajista preferido, le vino la musa.
Un abrazo: Pepe Gómez