El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

sábado, 6 de febrero de 2016

JOSELITO, VALLEJO Y LA HERMANDAD DE LOS GITANOS

                Se acercan fechas de recogimiento y meditación. Viene que ni pintada esta imagen que me hace llegar mi amigo Manuel Benítez, icono de una época, retrato fiel de las vivencias de los años cincuenta en la Sevilla cofrade, flamenca y tradicional.
                Como centro fundamental de la imagen, Nuestro Padre Jesús de la Salud, a sus pies, Joselito, en brazos de Pepe Benítez, padre de Manuel y propietario de la fruteria de la calle Regina; a la derecha del niño, junto a la vara, Manuel Moreno Torres, que fue Hermano Mayor de la Hermandad en  los años setenta, y abuelo del actual Teniente de Hermano Mayor, Carlos de Paz. Con gafas, a la izquierda de Pepe, el entonces Mayordomo, Don José Lérida.


                El acto trataba de la incorporación como hermano del pequeño artista, en aquellos años ídolo de multitudes, para lo cual se organizó una ceremonia de gran afluencia de espectadores, tanto de hermanos como de público.
                Se dice, se cuenta, aunque no hay constancia documental, que igualmente, un grupo de admiradores del chaval, organizó un festival en su honor en el cine Santa Catalina, de la calle Alhóndiga.
                Y se dice, y se cuenta, pero nadie puede demostrarlo, que Manuel Vallejo, poseedor entonces de la llave del cante, rechazó quince mil duros de la época por asistir, para ¿ofrecerle? ¿entregarle? ¿dedicarle? la llave al niño. No asistió, cuando estaba pasando gran penuria después de haber sido el más famoso y solicitado de los cantaores, como lo hicieron La Malena, Niño Gloria y tantos otros. A lo mejor fueron a buscarlo a su mesita del Bar Maravillas, donde solía sentarse todas las mañanas, pero no quiso ir. Y yo creo saber porqué.




José Luis Tirado Fernández