El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

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domingo, 18 de mayo de 2025

GYPSEIDA

Dorado satén que huye

del arrabal de tu cuello,

del mate de la cintura,

del resplandor de los senos.

Intentando deslizarse

de los hechizos del cuerpo,

soltando va las amarras

para posarse en el suelo.

Hermosa casualidad,

dulce lienzo desvelado,

qué evidente realidad.

Parece dejar sentado

que lo desnudo es verdad

y posible lo soñado.


José Luis Tirado Fernández




domingo, 6 de noviembre de 2022

MI ESCOBA Y YO. LIBRO DE POEMAS

 

MI ESCOBA Y YO

 

Libro de poemas de Juan Manuel Flores

                He descubierto, aunque había leído en facebook algunas prendas de su pluma diversa, a un gran poeta. Su libro, un ramillete fresco y apasionado de dardos que duelen al leerlos, siempre con el flamenco presente

La  soleá de Triana

sólo la cantan los duendes

que nacieron pa cantarla

y por supuesto, Triana, su barrio

Vinieron porque vinieron

y se quedaron prendidos

de los besos que mi barrio

 pone en la orilla del río

en la técnica de moldear o el dominio del metro y el encaje

Se me ha caído el alma

por la baranda del puente

y se ha perdido en el agua

                El tiempo, el dolor, las luces y las sombras van apareciendo según uno  avanza en su lectura, que se me antoja un prado verde, donde van apareciendo moras y naranjas, que dejan en el paladar este dulzor:


José Luis Tirado Fernández

sábado, 19 de marzo de 2016

YO NO TENGO QUÉ CANTARTE


Te cantará la arpillera
que cruje entre los costales
y el capataz con su queja
cuando mande izquierda alante,
la luz del sol en tu cara
cuando salgas a la calle
y cantarán a tu paso
las inquietudes del aire
que agitan gozosamente
los aleteos de las aves.
El torno del alfarero,
la solera y los tejares,
clamor de voces flamencas
de la gente del Zurraque,
pero yo estaré en silencio,
en mi lugar, contemplándote,
sintiendo cómo me duele
cada gota de tu sangre,
y en el último suspiro
anhelando acompañarte,
pidiéndote que me esperes,
rogándote que me ames,
voy expirando contigo
sabiendo que llego tarde,
porque me faltan palabras
y no tengo qué cantarte.

Foto de José Montiel

José Luis Tirado Fernández


domingo, 13 de marzo de 2016

QUE LLEGUE

Llegue queda y sigilosa,
pero por favor, que llegue;
y que con su brillo entregue
a la ciudad su preciosa
esplendente y luminosa
semana de fantasía,
y que estalle la alegría
en el alma sevillana.
Que llegue ya esa semana,
¡que venga la luz del día!

Foto de José Luis Galván



José Luis Tirado Fernández

domingo, 20 de diciembre de 2015

MANOLO GARRIDO


                Ha sido una pura emoción conocer a este hombre, que a los noventa y dos años, ha estado este domingo tarareando algunas de las sevillanas que compuso, acompañado de mi humilde sonantilla; este espíritu libre,  humilde y sonriente, que desgrana arte a cada frase, que inunda de bienestar el ánima de quien le acompaña, verso empedernido en los labios, sal fina en la palabra, que me ha imprimido su sello y ha sembrado marejadas en mi temple, que me apremia, tras saber quién es y cómo se conduce, a festejar su existencia, a agradecerle compartir su mesa, y decirle en estas línea lo que siento.
                Que me arrepiento de no haberle conocido antes, ya que pude, que guardo en el interior de los atrios del corazón el recuerdo de este día, que me avergüenzo de no haberle admirado más, de no haber profundizado más en su obra, de no haber escuchado más sus creaciones.
                Un momento relevante: “yo  creía que era poeta hasta que leí lo que tú escribes”, frase que me ha dedicado y que le acepto siempre que signifique su apoyo leal y solidario hacia todos los poetas que frecuenta, como suele decirse: “eso se lo dirá usted a todos”, un cumplido en toda la extensión de la palabra, pero que estimo demasiado exagerada como valoración de mi arte si iba en serio.
                Porque al cabo, quien lo dice, es autor, entre otras “cosillas”, de la sevillana más universal, “El adiós”, que cantaba hasta el papa de Roma, del himno de la Esperanza de Triana, de las nanas de la señá Sant´ana, y de tantos y tantísimos versos con los que hemos crecido y que nos han ilustrado en el amor de nuestros amores: Triana, las devociones, la historia y las  costumbres más hermosas de nuestro pueblo.
                Espero volver a verle pronto, percibir de nuevo su arte, su aura prodigiosa, la frecuencia de los elegidos a su alrededor, la dulce cadencia de sus movimientos, o pedir otra ronda, otra tapa de merluza en amarillo o escucharle llamar a Pastor, su cuidador, para hacerle un encargo, como lo hace un padre.
                Pero este genio me va a permitir que prescinda de hacerle algún poema porque no me considero digno de escribir la primera línea siquiera. Le dedicaré, entonces, el poema sentimental de mi admiración y mi gratitud. Y el reconocimiento ineludible de su maestría.



José Luis Tirado Fernández

miércoles, 16 de diciembre de 2015

LA ESTRELLA BEBE EN EL POZO

                Dice a Dios sus oraciones de noche, cuando se acuesta; antes de cerrar los ojos a su bondad se encomienda y El le da sus bendiciones desde su atalaya excelsa porque lleva en las entrañas un viril de vida eterna.  En un rincón de la estancia José duerme a pierna suelta para levantarse pronto que un largo viaje espera; dio de comer al borrico, preparó viandas frescas y dos  pellejos de agua  por si la calor aprieta, que el invierno admite a veces los rigores de esta tierra. Mientras, Maria, dormida, campiñas de raso sueña y al verde de su capote extiende ilusiones nuevas; en lo mejor de sus sueños, extrañas luces la inquietan y mira por la ventana guiada por la extrañeza. Los faros del universo  han venido a su presencia y alumbran la majestad  y el  garbo de su silueta astros, planetas, luceros,  y todas… todas las estrellas bajaron a su morada, abandonaron su estela dejando el  hueco en el cielo y se acercaron a verla; pero la estrella de Dios, la que a los magos orienta, la que señala el camino, quiso estar más cerca de ella y vino hasta su brocal a iluminar su belleza.
                La estrella bebe en el  pozo… Maria con gran sorpresa acude fervientemente, se sube sobre una piedra y se asoma como puede porque el vientre no la deja.  Cuelga del tul de su velo un canasto de varetas  y lo desliza hasta el fondo  a ver si puede cogerla.  Hasta arriba lo levanta, pero no viene la estrella… sino un colosal prodigio que boquiabierta la deja… Allí… se le presenta la vida, se le aparece la prenda ansiada de sus amores, el don que le prometiera el Arcángel San Gabriel,  anuncio de su grandeza,  un querubín de hermosura  de rizada cabellera y los ojos como un cielo de dulzura marinera.
                Ella le coge en sus brazos y con ternura  le besa, él  sonríe y le dedica  la miel de su boca fresca, con cuatro dientes que asoman jazmines de primavera, le va devolviendo besos como caricias de menta.  Ella retoza en el patio  con su cachorro juega, caballito al trote largo, al corro de la morera… vivan los guardias civiles que van por la carretera… al colmo de la alegría con cinco lobitos llega, y como no puede hacerle la sillita de la reina,  le brinda para mecerlo el columpio de sus trenzas.
                Ella y su niño en el patio colmados de dicha plena, ¡Qué maravilla de cuadro y qué estampa más risueña! ¡Qué sueño tan prodigioso, qué fantástica quimera! Pero, ay, dolor, poco duran esas hermosas escenas, porque los sueños son sueños, acaban igual que empiezan, y pasan a ser recuerdos cuando uno se despierta.
                -¡Maria, que ya es la hora, Maria, Maria, despierta! Vaya por Dios, qué oportuno su marido la desvela. Tiene el borrico cargado y la está esperando fuera, para ir a empadronarse a Belén, porque es su tierra.  Ya gozará de su niño pronto, nada más que vuelvan y llenará su carita de besos de madre nueva; ya jugará con los rizos de su bendita cabeza,  a disfrutar su perfume de florida rosaleda y acariciará la amable serenidad de su seda.
                Mañana será otro día y cuando acabe el sendero mantendrá el goce certero del sol de su compañía, ¡Qué suerte, tienes, María, que el Señor, a su manera, encontró la verdadera concesión de su cariño… ¡No te impacientes, que el  niño, nacerá cuando Él lo quiera!


José Luis Tirado Fernández

martes, 8 de diciembre de 2015

GADIR


                Vino una nube a mi limbo y sostuve su mirada, aguda daga de oro que descose la mañana y empuja desde poniente a las barquillas cercanas. A las faldas de su vuelo cedió el freno de mi alma y se me ocurrió una letra, que de cielo y brisa hablaba, sales que en una cuarteta escondidas siempre andan.

Viento que del sur llega,
cálido instante que pasa,
soplo que pronuncia el nombre
de la esperanza…

                Pero las luces del alba no prestan sueños manidos y el aire trajo una lluvia que me causó escalofrío, me traicionó aquella brisa, fue disparo de cuchillos y se me volvió el paraguas por los forros del olvido, quise dibujar las olas  sobre mi fiel cuadernillo, pedí favor a las musas  y me salió un juguetillo:

Cuando luz te pedía,
mala persona,
me trajiste el faro
de Chipiona.

                Así, la sesión de tarde aligeró su embeleso porque una nota de paso quebró la toná del tiempo, imponiéndole su acento para que  sonara así; se despidió presurosa, componiéndose, nerviosa, su tocado de organdí, pero de la prisa loca se le desprendió una rosa que al momento recogí; una flor, que en otra estrofa, quise dedicarte a ti.

Si esto es tuyo y esto es mío,
si es nuestro y es de los dos,
te digo, cariño mío,
que esto me parece amor.

                Me fui con los resplandores de la cúpula amarilla, cepa de estirpe cristiana con las raíces fenicias, brújula de los bajeles que van buscando su orilla, manantial de nuestra historia, principio de las sonrisas, reino del cante y la copla, solar de la cortesía, de la gracia dicha a tiempo, del piropo a Mariquilla, bastión de la libertad, nación de la simpatía.

Desde Aurelio a Pericón,
desde el Mellizo a La perla
lucieron el galardón
del empaque de esta tierra.

                Tienen caminos los mares que no los conoce nadie, sólo algunos marineros que salen al mar y saben donde paran las sirenas llevados por sus cantares; y como son realidades los cantes de su bahía, recordé el goce de un rato cuando cantaba alegrías brindando entre trago y trago una voz que todavía mi memoria no ha olvidado, un juguetillo salado que escuché en la barbería que está cercana al mercado; me parece que decía:

Una vez que te dije
cómprame ropa
me quitaste las ganas
de un tapabocas.



José Luis Tirado Fernández

lunes, 23 de noviembre de 2015

ME DIJISTE


Que ya era llegado el momento,
que luchar, no merecía la pena.
Y me invitaste a subir a tu barca,
a cubrirme con tu túnica,
un lienzo ligero,
y a portar el farol,
 mientras que tú remabas.

Me prometiste en lo oscuro
el vaivén de los otoños,
lo confuso de la noche
y el fragor de las tormentas.
A soñar hacia atrás,
a escapar de la luz
y a buscar en los túneles la sombra.

Pero olvidaste que el sol brilla
por encima de los parques
y el sonido de sus fuentes,
que a veces atraviesa la fronda
y, fugaz, te deslumbra.

Que pertenezco a un árbol
que sustento y me sustenta,
que existo por su tronco y su corteza
y por su savia me alimento,
que por él sé quién soy
y por quién pregunto,
que las raíces también laten
y los tallos sostienen mi esperanza.

Que soy tierra,
y que a la tierra me debo,
y a mis flores.






José Luis Tirado Fernández

lunes, 5 de octubre de 2015

SERIE DE FANDANGOS (Unos serios y otros no)



Que cante aquel que se atreva,
porque la voz llega siempre
donde el talento la lleva;
unos cantan porque pueden,
otros quieren y no llegan.

Una frase yo conozco
de este mundo traicionero,
que la decencia es estorbo
y que un hombre sin dinero
es un bulto sospechoso.

Te fui prestando dinero
creyendo que cobraría,
yo no soy ningún ditero,
dame la guita que es mía,
que ya estamos en febrero.

No desprecies la honradez
del que te tiende la mano
que mañana puede ser
que venga tu propio hermano
a tendértela también.
  
Motivo son de las coplas,
el amor y el desamor,
el  sufrimiento y la gloria,
la alegría y el dolor,
el triunfo y la derrota.



José Luis Tirado Fernández

martes, 29 de septiembre de 2015

LEJOS



De lo infalible y de lo absoluto

de las ordenanzas y de las ataduras

de lo inexorable y de lo fanático

de diseños y performances

de sabios y de gurús

de la maledicencia y la envidia

lejos.


José Luis Tirado Fernández

lunes, 14 de septiembre de 2015

DIME QUÉ TE LLEVAS

Una canción para que los niños la metan por rumba. Va por vosotros.

DIME QUÉ TE LLEVAS

Te has ido de noche,
como un forajido que busca en lo oscuro su mejor defensa,
te has ido buscando tu norte en la luna y su pálida estela,
su sombra furtiva como coartada, como compañera.

Te has ido cargada
de orgullo, de rabia, de motivos flacos y sin consistencia,
buscando resuelta al culpable en el mueble viejo que tienes más cerca
y has hallado dentro el espejo limpio donde te miraste, para qué más prueba.

Te vas de vacío,
sin otra valija que la certidumbre de tu propia guerra,
haces bien, amiga, que el tiempo no aguarda, vete cuando quieras,
no vuelvas la cara ni nunca renuncies, el éxito  es sólo de aquel que lo intenta.

EL ESTRIBILLO

Llenaste la alforja
de cosas terrenas,
déjame los sueños
que tú ya no sueñas,
deja los deseos
que no te alimentan,
y contesta antes
de cerrar la puerta
sólo un pregunta:
Dime, ¿qué te llevas?


José Luis Tirado Fernández

sábado, 30 de mayo de 2015

AMOR DE MAYO


Él le acaricia la cara
y alumbra con su sonrisa
el cendal de su vestido
y el prado de sus mejillas.
Ella inclina la mirada
de timidez fugitiva
replegando entre los tules
sus piernas de bailarina.
***
Él le dice que la quiere
con toda la artillería,
y se entrega a su refugio
de nimbos y de caricias.
Ella le ofrece su nido,
el frescor de sus cortinas,
su salón lleno de espejos,
su vestíbulo de ninfas.
***
Él dispara los cañones
de su pasión contenida
y alza, delicadamente,
el fruto de su conquista.
Ella recoge el presente
alcanzado en tierras frías
y lo abriga entre los pechos
como si fuera su cría.
***
Él la envuelve por el cuello
con la seda de su insignia,
y estrecha su corazón
con el satén de la brisa.
Ella esconde su sonrojo
entre emociones furtivas
y le agradece al amante
su calor y compañía.
***
Él la salva de la gente
retorcida y con malicia,
y la ampara de las voces
que esparcen odio y mentira.
Ella esquiva la pelusa
de las hojas de la ortiga
y florece en los laureles
de un ciclo que no termina.
***
Él regresará mañana
para ofrecerle otra dicha,
y volverá a arrodillarse
a los pies de su barquilla.
Ella seguirá esperando,
viendo pasar los tranvías,
pero no pondrá a sus niños
pañales, por más que digan.

Él se llama José Antonio,

Ella se llama… Sevilla.


Foto: Diario As


José Luis Tirado Fernández

jueves, 26 de marzo de 2015

ROPILLA


Cantaba la Niña de los peines:
“En venta yo,
mi ropita en venta, mare,
¿quién la quiere comprar?
que te la vendo por poquito dinerito,
mare, la endiño fiá.”

Nunca presumo yo de eso:
mi camisa es de Villela,
con los botones de hueso.
***
Se lo imploraba a mi musa
y me inspiraba mirando
los ojales de tu blusa.
***
Se te pegó en el corpiño
la paja de aquel granero
donde me diste cariño.
***
O tiene pecas el cielo
o son lunares celestes
los que tiene tu pañuelo.
***
Al resguardo de mi abrigo
permanecen las candelas
de sol que se fue contigo.
***
No tires por los jardines
que se emborronan los folios
blancos de los calcetines.
***
La fuerza del aguacero
me dejó como un pestiño
las alas de mi sombrero.
***
Mariquilla, estate quieta,
déjate de travesuras
que me arrugas la chaqueta.
***
No sé quién me creerá,
pero el Domingo de Ramos,
me visto por soleá.


José Luis Tirado Fernández

sábado, 24 de enero de 2015

MÁS LETRAS FLAMENCAS

Letras flamencas

Ay, Dios mío,
el día que Dios se entere
lo mucho que te he querío

Si te suenan a Triana,
no me digas que no sabes
dónde suenan las campanas.

Me propuse ser un día
fanático de la verdad,
mira tú que tontería.

Decía que era mi amigo
con la mano en el puñal…
Jesús le mande un castigo.

Vete, consuelo,
que te corte la trenza
tu peluquero.

Ayer te quise decir
lo mucho que te quería,
pero no te pude hablar
con la ropita tendía.

Una tira triquitraque,
un lápiz de guachindé
y un onza chocolate.

De tal manera,
que aquella que no se casa
moza se queda.

José Luis Tirado Fernández



sábado, 6 de diciembre de 2014

LA ARGENTINITA, CON DIECISIETE AÑOS

LA ARGENTINITA



                No les haría falta mucha inspiración a los hermanos Alvarez Quintero, para componer este soneto a la belleza de la Argentinita. Baste sólo con mirar su cara para que las musas sobren. O falten.

Foto de la revista Blanco y Negro, de 1912

Con rumor que ya crece, ya se esfuma,
de clásicos palillos o vihuela,
sale al tablado que su planta anhela
preciosa encarnación de luz y espuma.
Del arte popular esencia suma,
terroncito de sal, flor de canela,
muevese alegre, y gira, y salta, y vuela,
como en el aire delicada pluma.
Gracia es su cuerpo, de sus pie ufano,
que lo mecen con ritmo peregrino;
gracia su rostro, de su cuerpo hermano.
 Y en su danzar ligero, y suelto, y fino,
parece que con una y otra mano
va separando rosas del camino.

Serafín y Joaquin Alvarez Quintero

lunes, 27 de octubre de 2014

PARQUE




Foto de José Luis Galván

Qué mejor sombra que tu sombra
para techar la incertidumbre de mi  infancia,
qué alfombra mejor que tu hojarasca,
qué mejor lienzo que la gama de tu flora.
Colgué mi pubertad de la corteza
del árbol patriarcal de tu paisaje,
un corazón que sangra savia,
un dardo agudo que atraviesa,
mi nombre, el nombre de ella.
Pajareando elipses en aludes.
viene más luz, más, y más intensa,
¿qué nueva rebelión en las alturas
remite a nuestros ojos
el solemne estallido de su fuerza?
¿Qué serán esos trinos que bajan de tus copas?
¡Qué huecos los rincones de tu estancia!
Si añoro los silencios de tus tardes,
aún más el  rumor de tus fontanas,
mi ánima, fatal, amigo parque,
envuelta en tus mañanas,
señalarte debo, un pero:
sólo te faltan manzanas.

Foto de José Luis Galván



José Luis Tirado Fernández

sábado, 13 de septiembre de 2014

LETRAS DE SOLEÁ


Las penas que yo pasé,
por Santiago y Sant´ana
en Triana las dejé.

No me cobró el regaliz
el tío del quiosquillo,
al otro día volví.

La soledad, noche fría;
hechicera y calurosa
la luz de tu compañía.

Triana son Esperanza,
el Juto y el Herejía,
la Perla, el Coco y Pastora.
Sevilla es la lejanía.

Cimenta bien tu defensa,
que el que pega muchos golpes,
a muchos golpes se enfrenta.

Yo tengo por absoluto
que siendo la rama mala
no puede ser bueno el fruto.



José Luis Tirado Fernández

domingo, 7 de septiembre de 2014

MACHUCA, EL PINTOR


                Del 5 al 28 de septiembre, en la casa de la Provincia, en la plaza del Triunfo, de martes a domingo y en horarios de 10.00 a 14.00 y de 18.00 a 21.00, Manuel Machuca nos ofrece una visión particular y singularísima del flamenco y la pintura. El día de la presentación, nos ofreció unas alegrías, cantó por soleá y remató con unos fandangos del Carbonerillo mientras que pintaba dos cuadros…¡al revés! En el video que se inserta al final de esta entrada pueden ustedes admirar esa habilidad de este extraordinario personaje, humano, afable y sobre todo, artista:




  
¡Qué buenos soníos salen
de sus pinceles cantores!
¡Y qué grácil la garganta
que da tan buenos colores!


De la paleta y el cante
son sus fandangos mejores:
talento largo  y coraje,
pintor de los cantaores.




Ligera pasa la yegua
que lleva a su lomo el arte,
Manuel se agarra a su crin,
que a pintar no hay quien le gane.



José Luis Tirado Fernández

miércoles, 6 de agosto de 2014

LETRAS SUELTAS DE FLAMENCO

Soleá

El yunque de los gitanos
tiene mejores soníos
que la fragua de Vulcano.

No tienes escapatoria:
de mí puedes escapar
pero no de mi memoria.

Bendito sea todo aquel
que aunque no me de ganancia,
tampoco me haga perder.

No te quito la razón,
estoy de acuerdo contigo
unas veces y otras no.

Alegrías

Vende la gitana guapa
sus moñas y una sonrisa,
vende jazmines del parque,
del parque de Maria Luisa.

Que me las tienes que dar,
las flores de tu canasto
pa´lucirlas en el ojal.


José Luis Tirado Fernández

miércoles, 23 de julio de 2014

SONETO DE LA ACTUALIDAD

Lo dice Pablo y poco se equivoca:
trabajan poco y ganan mucha pasta.
Cada vez más la gente se sofoca,
se enfada, se rebela y dice basta
al arte de vivir la vida loca
que alardea la casta por la jeta.
Muere el pez casi siempre por su boca,
y no me cabe duda que el coleta
también será algún día de esa cuerda,
aunque ahora se empeñe en que creamos
que es él el timonel de nuestra izquierda.
Seguro, con la vida que se dan,
llegado será el tiempo que tengamos
demasiado chorizo y poco pan.


José Luis Tirado Fernández