Te cantará la arpillera
que cruje entre los costales
y el capataz con su queja
cuando mande izquierda alante,
la luz del sol en tu cara
cuando salgas a la calle
y cantarán a tu paso
las inquietudes del aire
que agitan gozosamente
los aleteos de las aves.
El torno del alfarero,
la solera y los tejares,
clamor de voces flamencas
de la gente del Zurraque,
pero yo estaré en silencio,
en mi lugar, contemplándote,
sintiendo cómo me duele
cada gota de tu sangre,
y en el último suspiro
anhelando acompañarte,
pidiéndote que me esperes,
rogándote que me ames,
voy expirando contigo
sabiendo que llego tarde,
porque me faltan palabras
y no tengo qué cantarte.
Foto de José Montiel |
José Luis Tirado Fernández
Cuántas palabras, a veces, se dicen en el más absoluto de los silencios. Oportuna entrada, J. Luis. Un cariñoso abrazo.
ResponderEliminarEn tu sentir eres grande, en tus palabras la humildad del creyente. Pero no dudes mi querido amigo, que en estas estrofas ,El te escucha y quiere con la preferencia de sus hijos mas cercanos,porque tu eres palabra, tu eres amigo tu eres amor . Todos los que te conocemos, todos los que estamos cerca de ti, percibimos en tus poemas el valor de tu persona
ResponderEliminarQué bonito José Luis, sin ser creyente he notado tu creencia. Y la fotografía genial.
ResponderEliminarJosé Luis, siempre eres capaz de expresar algo muy difícil: los sentimientos.
ResponderEliminarLo hermoso de tí es que los sentimientos, al compartirlos con nosotros, emanas la autenticidad de la bella persona que eres y es un bálsamo para el alma de los que te queremos y valoramos como amigo. Impactante, llega a los adentros del corazón. No es necesario añadir nada más...
ResponderEliminarEsto no son simplemente letras ni palabras, son sentimientos que emanan del alma.
ResponderEliminar!!Cuanta sensibilidad, bellísimo de verdad!!
Un saludo
Precioso. No hay palabras.
ResponderEliminar¿Qué decirte? solo que eres sentimiento puro ¡¡Qué maravilla!!
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