Un buscavía vendiendo papas con
un borrico y unas angarillas, se para en un bar, dejando al animal amarrado en
la puerta. -Manuel, échame una cervecita y una tapa buena de carne con papas.
Sale a la puerta, mientras el asno le mira por el hueco de las anteojeras, y se
bebe la cerveza y se come la tapa regodeándose.
El burro dice: -cabrón, ni
siquiera me ha ofrecido un traguito, ni un mísero bocado. En la siguiente
parada, por supuesto otro bar, vuelve a repetir. -Ramón, una cervecita bien fresquita
y una tapa grande de ensaladilla. Vuelve a beber y comer sin ofrecer nada a la
bestia, que vuelve a murmurar: -Maldito egoísta, nada, que no me da ni una
mijita.
Entonces acierta a pasar por
allí una monja, que escucha las murmuraciones del rucio. -¡Madre del amor
hermoso! ¡San Francisco me ha dado el carisma! Cuéntame, hermano burro, el
porqué de tus suspiros… -Pues verá hermana… este dueño mío, que tiene más cara
que espalda. Se toma la bebida y la comida y no me ofrece ni un grano…
-Pero hijo mío, háblalo con él, dile
que comparta contigo sus viandas, todo es cuestión de hablar…
-¿Hablar? Hermana, éste se
entera de que yo hablo y me pone a pregonar las papas.
Por
la trascripción, gracias a Pedro, el campanillero más flamenco que conozco.
José Luis Tirado Fernández
Un toque de sano y excelente humor nos estaba haciendo ya mucha falta, y en absoluto es frivolizar, es hacer más llevaderas las tensiones, preocupaciones y tristezas de los últimos días.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por hacerme reír a más y mejor, me encanta esta "etiqueta" de tu blog, vete buscando un buen ramillete de ellas, son muy divertidas, jaaaaaaaaa...
Jajaja, que bueno; hasta el borrico sabe mejor que el humano cuando no tiene que hablar. Te quedo estupendo, saludo
ResponderEliminarMe encantan las barras de tu bar, son estupendas y por lo menos no hablan de muertos que ya está bien, de vez en cuando es bueno encontrarse con un soplo de aire fresco, un abrazo
ResponderEliminarBuen chiste ,y mejor para levantar los animos de estos momentos
ResponderEliminar...así que cuando se lo encontró de nuevo y le dijo que el caballo que le había vendido era un engaño porque no hacía nada de lo que le había dicho, le contestó: ¡pues tú sigue hablando así del caballo que a ver a quien se lo vendes ahora...!
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