PLAZA DE LA MATA
Plaza
antigua de las de Sevilla, lugar de prostitución, también, a lo largo de todo
el siglo XX y en la que aún sobrevive alguna casa, fuera de lugar y tiempo, de
esta industria.
En
el Número seis daba clases de piano, canto y declamación, Doña Eloísa Sánchez
Frías, conocida como Eloísa Albéniz, que se dio a conocer durante los años
veinte y treinta de la pasada centuria
como bailarina, y de su éxito parece dar testimonio la prensa de la época.
En
los altos de la academia, vivía Tomás Pavón junto a Reyes Bermúdez, su mujer, y
allí murió, en julio de 1952, el mejor de los cantaores.
Sigo
en dirección a Calatrava, y me paro en la esquina de Relator, donde rememoro el
Bar “La Alegría de la Alameda”. Un local de comida rápida ocupa su sitio,
ofreciendo platos foráneos ahí donde hubo caracoles y menudo, manzanilla y Cruzcampo fría. Para nuestra fortuna, han conservado los azulejos del interior.
Algo es algo.
Si
continúo andando paso por unas lindas casitas donde, según un viejo me contó, había
nacido Luisa Ortega. Me señaló incluso la ventana.
Decido
volverme y mirar hacia atrás, queriendo ver esto:
pero la realidad es esta:
CALATRAVA
La
calle Calatrava es el camino del rio y de la Barqueta, desde antiguo. Llamóse
de San Benito y de Portugalete, y en mis años mozos acababa en Bib-arragel
donde empezaba Blanquillo, hoy Puerta de la Barqueta.
En
el Número 20 vivió y murió Pastora.
Allí
le hizo una entrevista un periodista francés llamado Alan Lomax, en septiembre
de 1952, apenas hacía dos meses de la muerte de su hermano. Llevaba el dolor en la
cara.
En
ese recuerdo, en la fachada, consta una placa. De pobre diseño, mal ejecutada y
que encima se está empezando a venir. La Sevilla de Torrijos.
Para
olvidarlo, sigo adelante, hasta llegar a un portal amplio, de medio punto,
donde en los setenta había un local de Comisiones Obreras que yo frecuentaba porque
también se hacían reuniones del PCE, al que yo pertenecía.
La
ventana de la derecha era una puerta, perteneciente a un pub llamado “Panecito´s”,
donde nos tomábamos la penúltima, lugar por cierto donde Los Morancos
comenzaron su andadura, en principio César y Curro Ruz, antes de la incorporación
de Jorge.
LA CASILLA
Vuelvo
por la otra acera hasta llegar a la esquina del antiguo cuartel, anteriormente,
en 1921, ANDALUCÍA AUTOMÓVIL S. A., sucesores de GARCÍA-JUNCO HNOS. talleres y
garajes.
La casilla era el lugar donde los guardias encerraban a los que alteraban el orden, en su mayoría, borrachos. Al día siguiente, los liberaban, o en su caso, los conducían ante el juez. Otro viejo me contó que la casilla de la Alameda estaba en la Calle Tomillo, en este lugar:
1921 |
2020 |
La casilla era el lugar donde los guardias encerraban a los que alteraban el orden, en su mayoría, borrachos. Al día siguiente, los liberaban, o en su caso, los conducían ante el juez. Otro viejo me contó que la casilla de la Alameda estaba en la Calle Tomillo, en este lugar:
CAPILLA DEL CARMEN
La
Capilla de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen fue edificada en
1646, a dicha advocación. La cruz, según nos transmitieron, tomaba el nombre de
“Rodeo” porque las procesiones de las parroquias de San Lorenzo y Ómnium Sanctorum
tenían señalado allí el límite, de manera que la rodeaban y se volvían. También
nos contaron una historia de pasión y muerte, alrededor de un joven caballero
perteneciente a la nobleza sevillana, que, muerto en duelo, cayó una noche a
los pies de esta cruz.
En
este enlace hay una historia muy interesante:
Antes
de entrar en la zona donde se ubicó la pila del pato, están realizando unas
obras en una antigua taberna de la Alameda, tan cantadas y ensalzadas ellas.
Ignoro
si esos azulejos son recuperables. El aspecto indica que van a la cuba de
cabeza. Y a otra cosa. Ojalá me equivoque.
Entro
en plena Pila del Pato. Como siempre, el recuerdo. Esta vez, una buñolería.
Ricos calentitos, porque a juzgar por las sombras, el sol hace pocas horas que
se ha levantado.
Y
esto es lo que hay
Y
llegado al lugar, los monumentos. El pueblo ha dado en llamar a la composición el
“mueble-bar”. Cada uno, de manera aislada, tiene su valor y su enjundia. Ahí,
apelotonados, lo pierden.
Hay
un bar antiguo, la Norte-andaluza. He comido muy ricas tapas allí. La terraza, los
mediodías de invierno, una tentación.
Y
las columnas “nuevas”, a unos metros.
José Luis Tirado Fernández
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