TERESA ESPAÑA
Sabia que Teresa habia grabado. Se encuentra uno a veces estas cosas:
y no cabe entonces duda. Está en pizarra, luego se puede pasar a otro formato y ofrecerlo a los cabales. Entusiastas, haylos, y muchos.
EL MISTERIO DE TERESA ESPAÑA
Consultadas todas las páginas flamencas habidas y por haber, parece existir cierta frustración general por saber quién era, de dónde, de qué familia, dónde murió, etc. La mejor y más extensa historia sobre Teresa la he hallado en la página "Flamencas por derecho", pero no aporta ninguno de esos datos, aunque eso me resulta más grato que la lectura de otras páginas donde se adorna con literatura la falta de información. Yo confieso que en 2012, no sabía que había existido Teresa España.
En la prensa de los años veinte y treinta de la pasada centuria se hacen alusiones a su origen trianero, a su gitanería, y a su relación familiar con Lolita Astolfi, concretamente tía de la musa de Romero de Torres, de la que sí sabemos que se llamaba Dolores Astolfi García, que nació en 1904 y que murió muy joven, siendo enterrada en San Sebastián.
UNA MUJER DEL RENACIMIENTO
Canzonetista, cantaora, bailarina, bailaora, guitarrista que se acompañaba a sí misma, autora... mujer universal, que a lo largo de las dos décadas citadas aparece en multitud de reseñas que relatan los éxitos obtenidos en todos los teatros de España y América incluido Nueva York.
Mi teoria personal es que su verdadero nombre es Teresa España, que ignoro su segundo apellido, que según esta noticia de "Nuevo mundo" de 1926, se casó en Méjico
y que ello, sumado a un padrón de residencia que encontré, en 1930 tenía 36 años, estaba casada, tenia una hija de 5 años, Maria Teresa, y su marido era Edmundo Hernández, residentes en Jalisco.
LA VOZ
Reboza simpatia, tiene afinación, oído, belleza de roce, y me parece, por detalles en el golpeador, que se está acompañando ella misma. Su voz, sin embargo, no me parece muy gitana, así como sus giros. Me encanta.
A continuación, tres saetas de apenas un minuto. Si, señor, como debe ser. Aquí en Sevilla, hay gente que canta saetas interminables, y en la calle se da el caso de que cuando acaban, el paso se ha ido. A uno le llaman el "ambulancia". Imaginense la época dorada. Pastora, Gloria y la propia Teresa, en un balcón, cantándole al Gran Poder. Cuando los tres han acabado, el Gran Poder sigue alli, y si no, los costaleros lo mecen hasta que los saeteros acaban, por el deleite de escucharlos. ¡Qué tiempos tan diferentes!
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Sobre el origen de estas grabaciones, tampoco puedo documentarlas. Las encontré en mi disco duro. Supongo que de las recopilaciones que algunos flamencos me traen, en sus desordenados pendrives o CD.
Querido amigo, José Luis, me alegro mucho de que sigas publicando, porque eso es señal de que te encuentras bien. De mi larga ausencia por aquí, si algún día tengo la oportunidad de saludarte personalmente, ya te comentaré.
ResponderEliminarHe estado leyendo, algunos de tus últimas entradas, y como siempre, excelentes tus trabajos.
Un fuerte abrazo para ti y para tu esposa. y pronto volveré visitarte.