Un
niño es preguntado por el maestro, en el colegio, por su filiación.
¿Tu
padre? Mi padre es cura.
¿Tu
madre? Monja.
Colgaron
los hábitos…
¡No!
Se los echaron pa’rriba…
***
Una
monja sorprende al cura sobre una de sus compañeras, con las faldas subidas.
¡Pero
padre…!
Nada
hija, la estaba poniendo una inyección
Pues
abróchese usted la sotana porque tiene la jeringuilla fuera…
***
…Yo
debía ser el más tonto del patio. Allí había gente “guardada” por haber robado
millones. A mi me metieron por llevarme tres chapas de uralita de una obra…
***
-Ha muerto el cura que me casó.
-Tó se paga en esta vía.
***
Lo
atropelló en un paso de cebra, quedó tendido en el suelo. El del coche dijo:
¡Ten cuidao! El herido respondió: Ahora, ¿qué le vas a dar, pa´tras?
***
Yo estaba en medio del salón.
Una voz ordenó:
-¡¡¡ Los invitados del novio, a
este lado, y los de la novia a este otro !!!
Yo seguí en el centro, la voz
volvió a ordenar:
-¡¡¡ Los que se han movido pueden
irse, esto es un bautizo !!!
José
Luis Tirado Fernández
Tan divertido como ingenioso, poniéndo un toque de sal-pimienta con sano humor del que tan necesitados estamos en estos tiempos. Con esa barra del bar jamás nos aburrimos, jeeeeee...¡Olé!
ResponderEliminarAfectuosamente.
Mari Carmen.
Deliciosas y divertidas las cosas que oyes en la barra del bar, me han hecho reir y pasar un buen rato, un abrazo
ResponderEliminar¡Seguro que no dices todo lo que se oye en la barra de un bar! Pero lo que cuentas es muy divertido. Me gustan esos chascarrillos (que se decía antiguamente) de taberna. Gracias Jose Luís por hacernos soltar la sonrisa. Abrazos
ResponderEliminar¡¡ Ay que ver que cosas les pasan a los curaras eh!! jajajaja....
ResponderEliminarSon buenísimos, pero sobre todos los que más me han gustado el primero y el último.
ResponderEliminarUn abrazo.