COPLAS DE LOS SILENCIOS
I
Hay silencios fulminantes
que duelen como
pellizcos;
hay quien calla
noblemente
y quien calla para
herirnos.
Los silencios se
agradecen
a quien se propone
oírnos.
II
Silencios de madrugada,
proverbiales,
conocidos,
medios tonos del
paisaje,
creados para partirlos.
Sin son silencios de
muerte,
en el dolor tienen
sitio.
III
Algo pasa cuando palman
antes de haber
florecido
en los peñascos del alma
o en la pared de un
abismo.
Los silencios no son
flores,
son disparos sin sonido.
IV
Consuelo, suave vino, milagro
bienhallado,
marcas que se desean,
un duelo sin padrinos,
taciturnos hachones que
encienden lo callado.
Difícil creer que la
ternura se ha fingido
cuando son los
silencios cuchillos afilados.
Muy hermoso y profundo, y para comentar: "Los silencios no son flores, /son disparos sin sonido."
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
¡Qué buen tema: LOS SILENCIOS! En nuestra ciudad los silencios de multitudes sabemos respetarlos y valorarlos. Y en muy diferentes ocasiones: momentos de la Semana Santa; en la Maestranza al comenzar la faena; en la Feria ante un buen cante; al pasar la Custodia del Corpus... y tantos otros.
ResponderEliminarJosé Luis, recibe un cómplice silencio.
Esos silencios ,en los que tu te recreas y creas tan bellos poemas,!Benditos tus silencios!
EliminarLos silencios dicen más que las palabras, emocionan o castigan. Silencio de multitud que expresa un sentimiento o que hieren en lo más profundo. Los andaluces sabemos de silencios y de estar callados, que no es lo mismo.
ResponderEliminarGracias Jose Luis por regalarnos tu poesía.
Hermosísimos estos versos; cómo siempre, José Luis. Y cómo tratamos el silencio los esotéricos: Él es el oro con respecto de la palabra que es la Plata... Mi abrazo desde el Balneario de Alange en Badajoz.
ResponderEliminar