En esta grabación por soleá de Alcalá de Tomás
podemos gozar de uno de los mejores momento del cante, en toda su extensión. Pero
en el minuto 1:49 se produce uno de los más grandes que a mi entender están
grabados, seis segundos, cuando carga sobre la “e” de “cabecita” las convulsiones
del universo, que parece agitarse a la voz del cantaor, en un trino que remata en escala descendente
para retomar de nuevo el ligao, como él sabía. Enorme la emoción y catarsis que sólo Tomás era capaz de transmitir
José Luis Tirado Fernández
"Chapeau"!!!
ResponderEliminar¡Enhorabuena!