Los
recientes anuncios sobre la habilitación de la nave del Barranco como mercado
gourmet, me han hecho reflexionar sobre este edificio, al que han querido
endosarle también usos varios, como por ejemplo un “espacio de acogidas de
información turística”, buen sitio, sí señor, en Sevilla y al lado de Triana, o bien un
“Centro de interpretación de la Semana
Santa”, como si la Semana Santa fuera susceptible de ser interpretada fuera del
contexto de su celebración en su fecha y en las calles sevillanas. Interpretar,
¿Para quién? Ya de hecho fue utilizado como oficina de información turística, luego de haber sido morada de
gatos e indigentes, y ha sido también alojamiento de una oficina de información
turística.
Con respecto a este uso, el de mercado
gourmet, término que está de moda y que parece tener su antecedente en una
experiencia gastronómica llevada a cabo en el Mercado de San Miguel madrileño,
debo hacer alguna parada obligatoria en lo que se cuece –valga la expresión- en torno al término, en
la contienda por su comercialización y en lo que opino sobre esta vaina.
Se
supone al gourmet como una persona de gusto exquisito, que distingue, valora y
consume productos comestibles, preferentemente embutidos, salazones o crustáceos,
o bebibles, que también los buenos caldos y licores pueden considerarse como
objeto del deseo del gourmet. Yo creo que es una variante del sibaritismo,
asociada al concepto de lo que entra en el cuerpo y produce digestión, ya que
hay otras cosas que entran pero no son digeridas, y no piensen ustedes mal, me
estoy refiriendo, por ejemplo, a los cepillos de dientes, a los bastoncillos, a
la goma de mascar, etc., y a todo cuanto entra por vía parenteral, que es la
manera de administrar medicamentos más rápida y de mayor eficacia.
Foto del diario ABC de Sevilla |
Pero,
acudiendo de nuevo a la nave, que parece ser, definitivamente, va a estar
destinada a este uso, a albergar este mercado, he leído y releído que hay dos
empresas que han participado en el proceso de adjudicación de su –por usar un
sutil eufemismo- gestión, como son la formada por los socios Carlos Herrera y el torero Francisco Rivera, que parece va a ser la que
se lleve finalmente el gato al agua, y otra, detrás de la cual están otro
torero, José María Manzanares, y el futbolista Sergio Ramos.
¿Qué
me dicen? Cuatro triunfadores–cada uno en lo suyo-, que movidos por el amor de
entregarnos y ofrecernos el placer de degustar productos de elevada calidad y
demostrada excelencia, se asocian o alían para meterse en fregados como este, del que, que yo sepa, el único que hasta ahora
ha dado muestras de algún que otro conocimiento gastronómico ha sido el
periodista, así que yo me huelo que esto es una mina… pero ¿Por qué no se
arrojan empresarios sevillanos de la hostelería, de los que tan buena y
archiconocida profesionalidad tenemos muestra? La inversión debe ser fuerte, he
leído números, pero soy malísimo con ellos, así que no me meto en esas
consideraciones económicas.
Templo del gourmet de los sevillanos de mi tiempo |
Esto si que es un mercado gourmet |
No
me resistiré a dar una vueltecita por allí cuando lo tengan montado, pero me
temo que el paladar del sevillano, a base de cosas sencillas, es muy exigente.
Algo habrá para mí, y seguro que a buen precio. En la próxima entrada,
abordaremos más ampliamente el tema de la nave del barranco. Y otras
consideraciones, sí, sobre la arquitectura del hierro.
José Luis Tirado Fernández
Muy buena tu entrada, José Luis. Felicidades en el año nuevo y felicidades por tu aportación al mundo de nuestra cultura sevillana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como siempre, José Luis, muy acertado. También me uno al agradecimiento por tu aportación Cultural. Por cierto, en el Mercao de Triana se ha abierto una nueva "Cuartelá" dedicada, precisamnte, a ese tipo de Gastronomía y, ciertamente con un gusto exquisito. Un abrazo y que los reyes te traígan muchas cosas buenas.
EliminarAmigo José Luís,no se puede decir más clarito.El sevillano es muy suyo y mucho me temo que le gusta más un morconcito bien partío de la calle Baños.En fin,ya veremos...Feliz año nuevo y un abrazo.
ResponderEliminarEnhorabuena, José Luis.
ResponderEliminarToda una invitación a la reflexión.
ResponderEliminarCon mi familia, me gusta ir mucho a la tiendecita o bar del barrio sevillano que se distinga por alguna especialidad, conocidos de toda la vida, donde disfrutamos de lo que tienen, con trato atento y cercano y campechano, donde no resulta eso de: -"casi nada en el plato y todo en la factura-".
En fin, es una manera de ver las cosas, como otra cualquiera, naturalmente.
Una entrada tan buena como acertada, aportas mucho, José Luis, enhorabuena.
Un saludín.