Herencia
deja el que guarda;
yo
le voy dando a mi cuerpo
lo
mejor de mis ganancias.
Reniega
de los amigos:
son
cosas superficiales
pa´
quien se pasa la vida
persiguiendo
los caudales.
Por
tardes de primavera
las
nochecitas de invierno
a
mi voluntad volviera.
Porque
la vida se va,
juerga,
vino y alegría
y
mañana Dios dirá.
Sólo
viene el sufrimiento,
yo
quiero colmar mi gusto
y
aprovechar los momentos.
Tengo
más peligro que una pistola,
vive…las
penas se vienen solas.
Certero, profundo, real, preciso, claro, conciso, hijo mío, plasmas el alma trianera de manera inequívoca...
ResponderEliminarFrancamente, no se me ocurre añadir nada más....
¡¡¡PRECIOSO!!!