Dedicado a Orna Timen
Forjó
la cadencia pura
tu
metal de fragua vieja;
yunque
cantor que nos deja
esta
dote de hermosura.
Brotó
la fatal jondura
que
a nuestro tiempo se aferra,
la
siguiriya que encierra
el
huerto fiel de la cava,
donde
plantaste la octava
maravilla
de la tierra.
Vino
el ángel a buscarte
y
te señaló el camino,
reniego
yo de mi sino
si
no es para venerarte.
Yacen
-plenitud del arte-,
cuando
los tercios levantas
los
gitanos a tus plantas,
porque
de siempre te adoran;
¡si
hasta los niños que lloran
se
callan cuando tú cantas!
Sueño
de la rebeldía,
vendaval
de tu fogata
las
finas alas de plata
que
avientan tu fantasía.
¡Qué
céfiro soplaría
en
tu lumbre esa mañana!
No
fue la enseñanza humana
ni
la voz de la experiencia,
ni
te lo prestó la ciencia…
eso…
te lo dio Triana.
José
Luis Tirado Fernández
Muchas gracias para este :-) Que bonito
ResponderEliminarEnvidiable manera de acordarte de Cagancho. Y sin que medie un padrón.
ResponderEliminar!Que riqueza de vocabulario! !que dominio de lo que hablas! ! Que orgullosa me siento de haberte conocido. Mi enorabuena y mi abrazo
ResponderEliminarTres décimas glosando y loando a un trianero de pro que evolucionó el cante por siguiriyas e innovó con sus soleares.
ResponderEliminarHermosísimas las tres décimas dedicadas a mi paisano.
ResponderEliminar¡Felicidades!.
Un abrazo.
ole ahí esas décimas pa un cante..
ResponderEliminarbuen camino pal amigo, un abrazo