No
tiene aspecto de intelectual, aunque en realidad lo sea. Un profesor de
literatura, que escribe libros, dirige revistas y es columnista de un diario,
lo es. A mí me parece… en fin…. yo le veo cara de julai, pero tampoco lo es, ni
eso, ni un hombre del montón. Al escucharle hablar, enseguida se da uno cuenta
de su estatura. Su brillantez se sobrepone a cualquier percepción física
anterior. No tiene voz de orador pero en sus maneras, la reemplaza con largueza.
Quien ha leído sus textos, sus libros (me impactó Tontos de capirote), sus artículos,
entiende por qué ocupa el lugar que ocupa en Sevilla y su mundo interior, sobre
todo dentro del ámbito de las cofradías, pasión que comparte con un servidor.
He
tenido ocasión de verle –y oírle-, digo que también de disfrutar de eso, en algunas
presentaciones, de las que es asiduo o cuasi impenitente agregado. Yo voy,
claro, a las que voy, recuerdo la presentación de un libro sobre conventos de
mi amigo Rafael Raya, a la que asistió también Don Nicolás Salas, en San
Esteban, en la que dijo sentencia, creo que parafraseando a alguien, que “si quieres que en Sevilla no se sepa
algo, no basta con que lo calles, ni siquiera lo pienses”.
Más
recientemente, en la presentación del libro de Manuel Melado “El barbero de
Sevilla”, donde dejó algunas perlas dignas de mención, tal como aquella de que “en
Sevilla hay mucha guasa, mucha retranca, pero no tanta gracia como se le
supone. Y atribuía parte de esa gracia a Melado y su última obra. Creo que se
le olvidó un detalle; en Sevilla hay guasa, retranca…y mú mala leche. Después
de esta distracción, volvió a deleitarnos con otros golpes de arte, como cuando
comentando una foto de Melado vestido de acólito de la Trinidad con un polo en
la mano, dijo: “y es que Melado es más viejo que el Sábado Santo”, porque, como
explicó a continuación, la hermandad, en esas fechas, salía el Jueves Santo.
Y
es que Robles, en mi opinión, es el hombre de moda, lo creo porque me lo encuentro
muy a menudo y en muchos eventos. La última vez, fuera de laz parafernalia social y mediática, coincidimos en el funeral por
la señora de Emilio Jiménez Diaz, en la Parroquia de Sant´ana. El caso es que nunca he hablado con él,
supongo que mi timidez gana la partida cada vez que coincidimos, alguna vez le
acometeré para felicitarle, en general, por ser como es. Mientras, le seguiré
según mi tiempo libre me lo permita. Y a embobarme con su talento y a desternillarme
con sus ocurrencias.
Verdaderamente has descrito a Paco Robles. Además de coincidir en los eventos y hablar alguna vez con él también he disfrutado de sus guiones para TV, sus artículos, sus libros. ¡Un personaje!
ResponderEliminarPaco Robles ,admirable, integro,sevillano hasta la médula, me encanta Robles,oírle ,la pena que como TANTOS OTROS que yo conozco, permanecen en un ligero anonimato. Quizás esto sea porque estos OTROS valen tanto que pasan como un ligero soplo de aire fresco entre los suyos
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