Nos sacó
nuestro padre de la mano de Madrugada. La primera vez. Era la primera vez que
conocíamos la calle durante la noche, todo nos llamaba la atención
poderosamente. La quietud de las plazas, el silencio de los callejones, el
encuentro de repente con la masa de gente agolpada en las aceras, para ver a su
Esperanza, aquel alborozo, aquella expectación por ver venir a la Madre sobre
un ascua de luz, que es lo que a nuestros ojos de niño asemeja su trono en la
lejanía…
Macarena
de los pobres,
Niña
de los sevillanos,
apacible
y manso nido
donde
descansa el cristiano;
limpia
luz del mediodía,
que
se asoma por el arco
cuando
ya de recogía
le
regala al Viernes Santo
un
pañuelo de esperanza
para
que enjugue su llanto.
¿Quién
bajó hasta tus mejillas
el
sol, la luna, los astros
y
las estrellas del cielo
en
tus ojos ha dejado?
¿Quién
te quiso como eres,
quién
te quiso, Macarena,
quién
mandó a los escultores,
de
tan celestial escuela
con
un soplo imaginarte,
quien
a los grandes poetas
describir
el sentimiento
y
la singular belleza
de
ese rostro sin igual,
donde
el universo empieza,
quien
dijo aquí se termina
y
quiso acortar la espera?
¿Quién
te quiso como eres,
quien
te quiso, Macarena?
El que te quiso fue Dios
Señora
de gracia llena,
fundes
la risa y la pena
la
hermosura y el primor,
como
tu cara no hay dos,
tu
presencia es como un beso
y
solamente por eso
el
que se encuentra a tu vera
entrega
la vida entera
por
gozar de tu embeleso.
Murillo,
la Inmaculada,
Velázquez,
las hilanderas,
ay,
Madre, si yo pudiera
pintar
tu cara gitana
y
borrarte a ti la pena
que
las entrañas te hiere,
hacerte
entre las mujeres
modelo
de perfección,
o
venirme a la razón
y
dejarte como eres.
Porque
esa expresión señora
tan
delicada y brillante
no
puede ser un instante
la
puerta por donde ahora
vuelva
la pena a buscarte;
¡Venga
mejor la alegría
cuando
llegas Virgen mía
por
Feria o por Relator
en
el amable candor
que
te da la luz del día!
Pasito
a paso seguirte,
soñarte
en la madrugada,
y
ya en tu trono exaltada
hasta
los cielos subirte
y
verte allí coronada…
en
esa gloriosa escena
con
la apariencia serena
de
un crepúsculo abrileño
ver
que se cumple mi sueño:
morir
en ti, Macarena.
Foto de José Luis Galván Ponce |
Es nostálgico y alegre el recuerdo que expresas en tu primera descripción de la noche del Viernes Santo. Después, en tu canto y clamor a la Esperanza de la muralla, tu vena de poeta exalta su belleza y tu sentimiento interior.
ResponderEliminarFelicidades. Hoy por partida doble: tu 'abuelatura' por tercera vez y por tu nueva introducción en el blog.
'Baba de camello' es un postre dulce portugués -que hacéis vuestro, Reyes y tú- cuando contempláis a Claudia, Belén y Eva.
Excelente artículo. Un consejo de amigo: la brevedad en el poema.
ResponderEliminar¡Mira si es grande mi pena
que sólo tengo esperanza
en la tuya, Macarena!
Un abrazo:
Emilo
Compañero,¡Vaya tela! que decís los sevillanos...Te vuelvo a decir que ésto es digno de Pregón Grande de Domingo de Ramos.Felicidades gran amigo...
ResponderEliminar¡Excelente y memorable! Un abrazo.
ResponderEliminarAmigo, hermano, felicidades por tu nieta Eva, por tus poemas por tu saber, por lo buena gente que eres felicidades, campeón .
ResponderEliminarAbrazos, Arques
Cuando releo este poema me viene a la memoria la forma de declamar que tenía el gran A.R.Buzón.
ResponderEliminarCreo que este "Macarena de los Pobres" está a la misma altura si no más que aquellos legendarios versos del de Osuna.
Un abrazo amigo.
V-K
Amigo José Luis: Como bien sabes soy mucho del Romance, y es por ello que te felicito. Magnífico trabajo.
ResponderEliminarAmigo José Luis. Como bien sabes soy amigo del Romance por eso te digo que este tuyo me ha gustado muchísimo. Te felicito. Santiago Martín.
ResponderEliminarQuerido José Luis: Felicidades por ese magnífico trabajo.
ResponderEliminarMagnífico este poema en romance José Luis. Santiago Martín
ResponderEliminarGrandeza en tu poema,amor y recuerdos unidos hacen que al leerte nuestro corazon rebose de ternura y nos dejamos mecer por tu melodia. Un abrazo Concha
ResponderEliminarGrandeza y amor unidos al recuerdo. Sentimientos entrelazados entre pasado y presente. Siempre a tu altura.
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