Homenaje al Perlo de Triana en el Lope de Vega
Dedicado a Mari Carmen Garcia Franconetti
Reseña de Diario de Sevilla |
El pasado martes 20 de Noviembre pudimos vivir en esta joya que la Exposición iberoamericana nos legó un acto que a través de más de tres horas y media de emotivas intervenciones al cante, al toque, al baile y a la palabra fueron dejando en nuestro corazón señales inequívocas del cariño que Triana y su gente le tienen a Eugenio.
A pesar de no haber podido seguir el espectáculo en toda su dimensión por haber formado parte del mismo, intentaré hacer una semblanza de lo que pude ver y oír con cierta atención.
Presentó el acto y también hizo un enaltecimiento de la figura del Perlo Rafael Cremades, el periodista y presentador de Canal Sur, que en todo momento hizo una demostración de profesionalidad, elegancia y simpatía.
Manuel Cerrejón, un trianero que ha dedicado su vida a la difusión y universalización del flamenco, alternó entre artista y artista para, entre interesantes aclaraciones y jocosos comentarios, introducirnos en sus retratos.
Chiquetete salió acompañado de su hijo a la guitarra; donde hubo siempre queda, pero aprecio en Antonio un poco de cansancio y eso se le trasluce cuando canta. Correcto con las soleares, trajo a este teatro recuerdos de los ochenta, cuando en la cresta de la ola vino a este escenario a emocionar a los que vivimos aquel momento.
La estrella del evento, claro, fue Pedro Ricardo Miño con su piano, al que dediqué en este blog una entrada recientemente. Aparte de su propia aportación y la de dos bailaores a los que llevó por bulerías, acompañó a Esperanza Fernández en su corta actuación.
Originalísima la actuación de Manuel Machuca, quien, mientras iba pintando una flamenca al revés, entonó hasta cinco fandangos del Carbonerillo, uno de ellos letra de Manuel Bohórquez, que enardecieron a los flamencos presentes en la sala. Toda una sorpresa.
Manuel Molina. A Manuel le debo una entrada en este blog; pienso que el flamenco creativo, el que viene y arrasa y que no mira atrás para complacerse, le debe algo. Con la oreja pegada a la sonanta, iba deleitándonos con unas letrillas por bulería que más que cantadas, son puro recitado. Muy aplaudido.
El delegado del distrito Triana, Curro Pérez, hizo entrega de un galardón al Perlo, que estuvo acompañado en todo momento de sus hermanas Antonia y Encarna, que fueran componentes del grupo “Triana Pura”.
Las actuaciones de Paco Taranto y Segundo Falcón me pillaron en capilla, por lo que no me atrevería a valorarlas, así como las de algunos que me pillaron igualmente en las previas a los preparativos.
Mari Peña actuó con su marido a la guitarra, ¡que lujo! Antonio Moya la condujo por unas bulerías de ensueño donde demostró su casta utrerana y su apego al cuplé flamenco, de la que puede ser fiel heredera.
El fin de fiesta fue protagonizada por Pilar Astola, Matilde Coral, Antonia Carrasco, Cristina Hoyos y Pepa Montes al baile, mientras cantaron Segundo Falcón y Paco Taranto, con las guitarras de Antonio Moya y Ricardo Miño. Allí no hubiera cabido ya ni una mijita más de arte, sobre todo al baile, que estaba más que dignamente representado.
En cuanto a los poetas, y por este orden, fueron recitando Manolo Garrido, en una poesía dedicada a Eugenio tan corta (o así se me antojó en aquel momento) como graciosa y ocurrente. Manolo Melado le dedicó, en una comparación de su figura con el cantaor Joaquín el de la Paula, un romance delicioso con un final inesperado. El pregonero de la velá de Sant´ana de este año y gran poeta, aparte de ser mi admirado y distinguido amigo, Agustín Pérez, le recitó un par de poemas de su cariño, y de una larga amistad desde que coincidieron en “Noches del Baratillo”. Cuánto talento se reunió allí en aquel momento. Otro pregonero de la velá, pues lo hizo con anterioridad, otro gran poeta y otro gran amigo mío Santiago Martín, le dibujó sus sentimientos en un poema que también se me hizo corto, dada su calidad. El último de los cinco, fue un servidor de ustedes, que, emocionado de tantas vivencias y momentos de belleza como los que se sucedieron, hice un recuerdo a los trianeros puros que se nos han ido quedando en el camino, para recitar después al Perlo estos poemas, que, según anuncié en aquel escenario, me dictó mi tío José desde el cielo.
De Triana es el acento
de tu pluma pinturera;
y aunque esa orilla no fuera
lugar de tu nacimiento
recibiste el fundamento
del arte de tus mayores
y te diste a sus amores
con Triana por enseña;
desde entonces fue la dueña
de tus piropos mejores.
Gozas de su bendición
por ser hijo de La Perla;
si no pueden entenderla
es muy fácil la cuestión:
es como la fundición
del crisol de los metales:
te quiere por lo que vales,
si hasta el flamenco te adora…
su tu madrina es Pastora,
¿pa ´qué quieres más caudales?
****
Su voz fue la soleá,
sus ojitos los del puente
los rizos de su cabello
la estela de la corriente
y el laurel de los corrales
corona para su frente
*
Su jardín, el altozano;
su domicilio, Sant´ana,
su peinecillo la torre…
sus horquillas, las campanas,
y el faro que nos alumbra
las luces de su ventana.
*
Tiene el rumor marinero,
pues del mar es capitana
y el corazón alfarero
aunque del rio es hermana.
Quien escucha su sonío
ha de decirle gitana
y nombrarla por su nombre,
porque se llama Triana.
El flamenco es el flamenco,
pero le faltan poetas.
Tiene gargantas de encanto,
que apagan duquelas viejas
al ciclón de sus pulmones
porque les sobra la fuerza.
Y guitarristas de almíbar
con los dedos de canela
que arrebatan resplandores
al abismo de sus cuerdas.
Y volantes...¡¡¡Qué volantes
en el flamenco manejan
con el compas a sus plantas!!!
¿Bailaoras? no… ¡¡¡sirenas!!!
¡Qué cosas tiene el flamenco!
Pero le faltan poetas…
Hay artistas de renombre
y que están en la palestra
que dicen las mismas cosas
y cantan las mismas letras
que cantaba Manuel Torre
Tomas Pavón o El Planeta.
El flamenco es el flamenco,
pero le faltan poetas.
Que se vengan a Triana,
y canten cositas nuestras,
que esta orilla siempre ha sido
remanso de la belleza,
crisol del arte y el duende,
que siglos y siglos lleva
regalando y dando arte,
y pariendo cosas nuevas.
¿Dónde las cosas de El Perlo
y el color de sus poemas?
¿Dónde la raíz de siempre
que pasea por Pureza
la voz del monte Pirolo
y el eco de Pelay Correa?
Que se vengan a sus versos,
y a sus gallardas maneras,
a su corazón sensible
y su inspiración sureña.
Que sepan cuando le canten
la razón de su conciencia,
porqué son sus soleares
recuerdos de las tabernas
y porqué beben los cantes
de las fuentes trianeras…
que entiendan porqué le amamos,
que entiendan porqué es poeta
y que todos le recuerden
¡¡¡que es el hijo de La Perla!!!
Y eso fue todo por mi parte, aunque se me quedó en el tintero un soneto, que no quise pronunciar porque el espectáculo llevaba más de tres horas. Pero aquí si cabe.
Te escribirá el dolor que me lastima,
el bordón de Ricardo, ramillete
de requiebros, espada que promete
batalla singular contra la prima.
Te escribirá mejor en la tarima
Pepa Montes en dulce molinete;
rendida a su tacón será juguete
Eugenio, la elegancia de tu rima.
Será Matilde al baile la quintilla.
Gualberto en su sitar será soneto
y Esperanza en rebelde siguiriya
gitano hará que suene tu minueto.
Y todos tus amigos, por completo,
te entregan el cariño de tu orilla.
José Luis Tirado Fernández