Dada la profusión de datos,
imágenes, reseñas, chismes, etc. que ha producido el interés por el café del
burrero y la figura de su dueño y ascendencia de su titulo, Manuel Ojeda
Rodríguez, se comienza por un primer capítulo dedicado a su vida y a la academia
de baile y posterior café cantante situado en Tarifa Número 1.
LECHE DE BURRA
En
los años sesenta a los chavales nos vendían en los kiosquillos unas pastillas
blancas, como aspirinas, que tenían un sabor característico –nunca he vuelto a
saborearlo-, dulce y pastoso, y que costaban una gorda, que era la décima parte
de una peseta, al cambio, es curioso comprobar que por una monedita de un
céntimo de euro nos podríamos comprar 16 pastillas. Es decir que en la
actualidad, no podríamos comprar una sola pastilla porque no existe moneda lo
suficientemente pequeña. Ni existen dichas pastillas.
Leyenda
es que, Cleopatra, Popea o Napoleón tomaban baños de leche de burra, por sus
propiedades cosméticas, aunque es su valor alimenticio lo que en esta ocasión
nos interesa, puesto que se le suponían cualidades contra la tisis, purificador de la sangre y
del sistema inmunológico, como alimento ideal para niños…
No
llegué a conocer la venta ambulante de esta leche, aunque he visto algunas
fotos de los vendedores, que tenían su propio pregón y que ordeñaban a las
burras en plena calle en la vasija que le entregaba el comprador.
Arre borriquito, arre burro arre,
anda más deprisa que llegamos tarde.
Uno
de ellos, el necesario para el germen de esta entrada, lo fue Manuel Ojeda, apodado
por dicho motivo “El Burrero”.
MANUEL OJEDA RODRIGUEZ
Fue
un sevillano de la Macarena, del mismísimo arrabal y bautizado en San Gil, estaba
vinculado a las familias que en aquellas fechas vivían de las huertas cercanas,
entre las cuales se encontraban la huerta de la Carrasca, de la Bachillera, de
la Coja, del Cerezo, etc.
Sus
padres, José y Dolores, casados desde muy jóvenes, durante la ocupación
francesa, vivían de alquiler en casas de vecinos y habitaron los números 5 y de
6 de la calle Hornos, (actual Torrigiano) y el 24 de Limones (actual
Esperanza), donde criaron a sus hijos.
Manuel
era el menor de cuatro hermanos. Su hermana Josefa era dieciséis años mayor que
el, y en plena niñez de Manuel estaba casada y asentada en el arrabal. Su
hermano José sirvió en La Habana, en el Regimiento de Infantería Isabel II;
cambió el campo por la albañilería y, tras la muerte de su padre, se hizo cargo
de su madre y se alojó junto a ella en el 5 de la calle Pozo, amancebado con
Antonia Martínez, con quien tiene un hijo, llamado Manuel, como su hermano
menor. Joaquín, tres años mayor que él, también cambio el oficio del campo por
el de herrero, y como su hermano José, habita en la calle Pozo tras la muerte
del padre.
PASION POR CONCHA
Cada vez que nos
miramos,
yo no sé por qué
será,
se le pone a esta
flamenquita,
la carita colorá.
Se
conocieron de niños, en el mismo patio en que habitaban sus dos familias. Ella era del arrabal también y juntos vivieron, hasta que
los separó la parca, toda una vida de dichas, desdichas, éxitos y fracasos y un
amor hasta el final. En el viejo barrio, dio su amor el fruto en 1954, en que
nació José, su primogénito.
En
el verano de 1856 se produce un brote de cólera morbo asiático. Manuel decide
llevar a su familia a lugares más a salvo de los focos de infección. Un día
entró en la humilde vivienda y le dijo a su mujer: ¡Nos vamos! y no la dejó
llevarse ni la talega del carbón.
SALTO DE CALIDAD
Algo
bueno en lo económico debió pasar en la vida de Manuel, porque de habitar las
casas de vecinos extramuros húmedas, insalubres y oscuras, arrienda un partido
en San Juan de la Palma y en 1860 están habitando el número cuatro de la calle
Plata, en pleno centro. Esta calle, hoy desaparecida, era una estrechez entre
la Campana y la plaza de Villasís, teniendo allí una puerta de servicio el
Novedades, siendo este edificio aún, en estas fechas, residencia de una acomodada familia
sevillana.
En la calle Plata, aqui rotulada como Martin Villa, en el Número 4, resaltado en rojo, vivió Manuel Ojeda en los sesenta. Obsérvese en rayadillo el proyecto de ensanche. |
Ese
año (1860) constan como solteros, y en marzo de 1861 alumbra Concepción una
hija en marzo, asentándola en San Andrés como Concepción Josefa.
Se
mudan de barrio, posiblemente al abrigo del éxito económico de Manuel, a la
calle Palmas (Jesús del Gran Poder), donde residen desde 1869 hasta 1872, teniendo como vecinos a los
Marqueses de Esquivel, por la derecha, y al Conde del Álamo, en la acera de
enfrente. Viven con sus hijos, José y Salud, una sobrina de Concha, Pilar, y
una sirvienta de Fuentes de Andalucía. Tristemente, no aparece su hija
Concepcion Josefa, nacida en 1861, seguramente fallecida.
En las casas del fondo estaba el 45, donde vivian Manuel y su familia. Las dos fotos, una de aquellas fechas y otra actual, están tomadas desde la esquina de la calle Potro, donde vivia Silverio. |
Existía,
allá por los comienzos de los setenta del XIX, un café cantante situado en la
Plaza de Argüelles (San Pedro) llamado La alegría. Curiosamente, Manuel vuelve
a mudarse, en 1873 a dicha plaza. ¿Cerquita del negocio? Una incógnita. En la
guías aparece a nombre de González, Manuel.
En
1875 vuelve a mudarse, muy cerca, a la calle Dormitorio de los descalzos, a una
casa de pisos muy robusta y elegante. Allí conviven junto al matrimonio y sus
hijos, Antonio y Pilar, sobrinos de Concha, hijos de su hermana Dolores, y su
hermana Rosa, junto a su hija, Ana Nieto Estévez.
Aparece
su hijo José redimido de quintas a metálico, constando el valor de lo que pagó
Manuel 8.000 reales (2.000 pesetas), siendo que unos años más adelante se
rebajó dicha cuota a 6.000 reales. Esta cantidad en esa época había que tenerla,
era una suma importante, teniendo en cuenta que una suscripción al periódico
“La Andalucía” servida a domicilio durante un mes costaba diez reales.
Hasta 1878 aparecen en dormitorio 3. |
FRENÉTICO
1885 Manuel vende en Córdoba |
Si
Franconetti plantó tienda en Córdoba, Cádiz, Badajoz, tuvo sucursal en Amor de Dios
(Variedades) y para aliviar la canícula montaba su café de verano en la Alameda,
como he podido leer en el libro de Vázquez Morilla “Silverio y los Fillo”,
Manuel Ojeda no se quedó atrás en sus ínfulas comerciales; si las sospechas
sobre el Café de la alegría, el teatro de San Pablo, el teatro Romea del
arrecife fueran ciertas, sumadas a las del café sin techo, posiblemente ubicado
en el mismo lugar, el Burrero de Tarifa 1, el de Sierpes 11, dejó atrás al de
la Alfalfa, ya que queda demostrado que arrendó el café de la Bolsa de Madrid
para poner otro “Burrero”, con el resultado que podemos leer.
Y era verdad, esta reseña lo confirma 1882 14 may. la correspondencia |
Y aparecen sucedáneos:
1880 JUAN BREVA Y PACO DE LUCENA |
Silverio ya habia actuado en el local |
1882 13 JUN LA DISCUSION ALTERCADO CANTAORES
Y después de dejarlo Manuel Ojeda, siguieron las peleas... y el flamenco
|
1883 24 ABR EL IMPARCIAL PELEA EN CAFE TEATRO |
DiARIO DE CORDOBA 1882 octubre 8 CAFE SILVERIO |
EL COPYRIGHT DEL BURRERO
Puede
resultar que la relación comercial entre Silverio y Ojeda pertenezca a la
literatura de Muñoz Sanromán. ¿Quién coño es Frasquito el Manga? ¿Dragon ball?
La sospecha es que Manuel coge el traspaso del local, entre 1881 y 1882,
Franconetti se va con la música a otra parte y ahí, justo ahí, empieza la
leyenda del Burrero. Y, por dar al César lo que es del César, me
apuesto un litro de sangre que a partir de ahí se llamó "El
Burrero". Los testimonios sobre la sociedad de ambos empresarios y su diferencia
de criterios con respecto a lo artístico y lo comercial, debe quedar al buen entender del lector. Emprendedores ambos, aunque el tipo de negocio que
proponían, y dada la cantidad de alcohol que se consumía en esa época -como en
casi todas- y la profusión de armas de fuego que existía, no propiciaban
ambientes para relajarse y meditar.
Pero
El Burrero era El Burrero y su huella, nítida y brillante, ha llegado hasta
nosotros con fuerza. y Silverio cantaría como cantara, que yo no lo sé, y a su
salón acudía la flor de la intelectualidad y la nobleza, puede ser, pero El
Burrero es distinto y personal, y hasta la Niña de los Peines se arrogaba haber
actuado allí. ¿Fechas? Imposible. Pero así lo aseguraba en 1931 en la revista Crónica.
Comencemos con la historia del local, Tarifa número 1.
Parece ser una division del antiguo convento de Santa María de Gracia, que en 1771 tenia este aspecto
No tenemos constancia del año en que fue derribado el edificio, posiblemente a primeros del siglo XX, y sobre el solar fueron edificadas dos casas de pisos. La más próxima, el Número 1, sigue la misma línea de fachada.
Y en 1865 el
titular es Luis Botella, malagueño nacido en 1835, a quien cita Gustave Doré en
su relato decimonónico:
<<Después de haber seguido la calle de las Sierpes, entramos en
la calle de Tarifa; La primera casa a la derecha era precisamente el asiento de
la academia de baile.>>
pero don Gustavo comete
un error: viniendo de Sierpes, el uno de Tarifa es la última casa de de la
derecha. En fin… por él sabemos que el sitio se llamaba entonces “Salón del Recreo”;
ignoramos si lo bautizó Don Luis o alguno de los Barrera, sus antecesores. He leído
que Silverio lo rebautizó como “La Escalerilla”, pero sospecho que siguió llamándose
“Recreo” hasta la llegada de Manuel Ojeda. En 1869 sigue en el local Botella, por
lo que la afirmación de que Franconetti lo alquiló en 1871, cabe, si bien, en
esas mismas líneas leidas sitúan su café de Silverio en la Cuesta del Rosario??
PASEN, SEÑORES, PASEN
Apenas
fue abandonado el convento, en 1841, no tardó en renombrarse varias calles de
la capital. Santa Maria de Gracia se acortó, y Tarifa se rotuló desde la
esquina de la calle Unión (hoy Javier Lasso dela Vega) prolongándose por lo que
había sido parte de Carpio, hasta desembocar en la plaza del Duque.
Actualmente, se mantiene el trazado. He leido situar "El Burrero" en Amor de Dios, que sería la calle que continúa desde Tarifa hasta la Alameda. He leido Tarifa esquina a Amor de Dios, tampoco correcto.
Se trataba de unas dependencias
del convento, dividido como antes se ha citado, Tenia un local en los bajos,
que fue utilizado a lo largo de la segunda mitad del XIX, como gimnasio, taller
de marmolistas, viviendas, etc., por lo tanto las dos plantas superiores
debieron ser amplias, a pesar de que el acceso era un portal donde estaban los
urinarios y del que partía una “escalerilla” por la que se accedía a los
salones. L.Ibargüen, en la Unión Católica, nos da esos detalles:
<<Para llegar al café, hay
que subir por una escalera estrecha y muy pina, desde la cual se percibe ya el
olor a los máriscos, el humo de los cigarros y el ruido del guitarreo, de las
conversaciones, de los cánticos y de algunos descompasados gritos.>>
No tenemos constancia del año en que fue derribado el edificio, posiblemente a primeros del siglo XX, y sobre el solar fueron edificadas dos casas de pisos. La más próxima, el Número 1, sigue la misma línea de fachada.
Y la vida sigue... son alrededor de diez años los que
Silverio permanece en dicho local, alternando actuaciones y otras actividades
dentro y fuera de Sevilla, hasta que en 1882, como anteriormente se refiere,
está instalado en la calle Rosario.
En 1889, Manuel Ojeda anuncia su local de Sierpes 11 y
Pasión 11 en la Guía de Sevilla, en las secciones de “Salones y maestros de
baile” y en la de “Café cantante”, aunque sabemos que siguió abierto el local
de Tarifa 1, por la siguiente noticia:
1894 Diario oficial de avisos de Madrid |
Manuel se aferra al cariño de su mujer y su hija Salud, y sigue creando riqueza y empleo, luchando contra viento, marea, y la autoridad, que tambien se le cruza.
1886 7 ago. La Palma diario de avisos |
1890 4 jun cierre del burrero |
1892 11 nov. BURRERO DETENCION DELINCUENTE DIARIO DE CORDOBA |
EL BURRERO EN SIERPES, 11
El Convento de Pasión, (86) y el de Santa Maria de Gracia (87) Plano de Olavide |
Pero en 1888 se habia mudado
Y en 1890 Manuel anuncia sus dos salones
Pero, ¿dónde se ubicaba exactamente el Burrero de Sierpes? Fernando el de Triana, al que se le van cogiendo renuncios al cabo de los años, decía que era tan amplio que se celebraban hasta becerradas en sus salones. De verdad, debió ser enorme, pues tenia salidas por Azofaifo y Pasión. Galerin lo reseñaba en 1931 en El Liberal
LA BIBLIA EN PASTA
El 29 de junio de 1945, Manolo Caracol, en una entrevista muy salada para el diario ABC, señalaba el sitio exacto donde se ubicaba el Burrero de Sierpes:
1934 Manolo Caracol y Niño Ricardo en el Tomillar |
Lo de la "casa contigua al desaparecido Olimpia" justifica por sí solo la situación de Tarifa 1. Es seguro. Una pega. Señó Manué no se fue a la calle Sierpes, sino que puso allí una sucursal. En cuanto a lo del frontón, hemos hallado la confirmación en una página sobre raquetistas. En 1935 se celebraban competiciones femeninas. Tambien nos aporta una idea de sus dimensiones.
1935 FRONTÓN EN SIERPES, 11 |
Esta placa está colocada en Sierpes |
LOS ARCOS DEL BURRERO |
1897 16 jul CIERRE DEL BURRERO |
1897 4 ago ACCIDENTE CONCEPCION ESTEVEZ, DUEÑA DEL BURRERO |
1897 28 oct muerte de concepcion estevez |
Manuel se domicilia en la calle San Pablo junto a su hija y sobrina Ana. Pero no puede con el dolor, y en Enero de 1898, entregado a la bebida, le acaba fallando la razón
CALLE SAN PABLO, 31 |
FIN
Como anécdota final, la reseña de un intento de volver a abrir el Burrero, en la prensa de Noviembre de 1897
José Luis Tirado Fernández
(Próximo: la hija del Burrero, artista.
El Burrero en el puente.
La foto de Beauchy, dudas)