El flamenco es un arte y pertenece a los artistas. Lo demás, es un exudado de su propia condición.

lunes, 25 de junio de 2012

¿AMOR?

Mi alma se ausentaba de mis pagos
mas acudían los pájaros y me confortaban.
¿Amor? No sé si lo confundo con el miedo.
Sentí arder mis dedos en tu espalda,
cuando murió la luz de nuestro día;
fueron rejones de búsqueda inquieta
sin más fuste que el calor de la locura,
que iban vistiendo de encajes tu alameda.
¿Amor? No sé si lo confundo con el sueño.
Lloré por las estrofas malgastadas
sin voz de desahogo y sin consuelo,
sabor de lágrimas, derrota,
dolor de hebras sin puntada.
¿Amor? No sé si lo confundo con tu boca.


miércoles, 20 de junio de 2012

LOS MELISMAS EN EL FLAMENCO Seis segundos en el cielo


         En esta grabación por soleá de Alcalá de Tomás podemos gozar de uno de los mejores momento del cante, en toda su extensión. Pero en el minuto 1:49 se produce uno de los más grandes que a mi entender están grabados,  seis segundos, cuando  carga sobre la “e” de “cabecita” las convulsiones del universo, que parece agitarse a la voz del cantaor,  en un trino que remata en escala descendente para retomar de nuevo el ligao, como él sabía. Enorme  la emoción y catarsis que sólo Tomás  era capaz de transmitir



José Luis Tirado Fernández

miércoles, 13 de junio de 2012

JOSÉ MALLORQUÍ Y EL MISTERIO DE UNA RECETA


            “Estimado amigo: Lo siento, pero no tengo ni idea de si esa receta aparece o no en una novela de El Coyote. No lo recuerdo, aunque me suena vagamente, muy vagamente... De todas formas, conociendo a mi padre, no me extrañaría lo más mínimo. Lamento no poder aclarar su duda.

César Mallorquí”
         Este fue el mensaje que recibí de César Mallorquí, escritor prolífico, periodista, guionista de radio y que también trabajó entre 1981 y 1991 como creativo publicista,  magnifico novelista, como su padre, que por si ustedes no lo han intuido, se trata del recordado José Mallorquí, autor de las novelas “El Coyote”, personaje que se popularizó a través de sus entregas –más de doscientas-  y  la elaboración de un posterior tebeo que ilustraba Francisco Batet, así como emisiones radiofónicas por entregas y la realización de algunas películas sobre el personaje y su mundo.
         Y este mensaje vino a cuento de una pregunta que yo le hacía sobre una historia que alguien –que juro no recordar quien fue- me contó sobre el autor, su obra y una secreta explicación de la receta de la salsa de ostras del famosísimo restaurante parisino “Maxim´s”.

         Esta persona que hace muchos años me hizo la narración de tan rocambolesca historia, me explicó que en una de las novelas de “El Coyote” aparece la receta completa, con pelos y señales de dicha salsa.

         Además, y con un halo de misterio y en voz baja, me dijo el ingrediente principal de la receta, y que no me importaría desvelar en una próxima entrega, si la hubiera –según suscite el tema interés o no-, próximamente.

         ¿Es cierto? Ni su propio hijo lo sabe, aunque reconoce que le suena muy vagamente. ¿Aparece en una de sus novelas dicha receta? A lo mejor algún seguidor impenitente de José sería capaz de recordarlo. Le agradecería el dato. Conocí a un hombre que apilaba, después de leerlas,  sus novelas en un rincón del salón de su casa; se llamaba Antonio, vecino del barrio de Los Humeros de Sevilla y que murió hace muchos, muchos años. Cualquier rato libre lo dedicaba a leer o releer estos libritos que se  han dado en  denominar con el término anglosajón de “pulp”.

         Esta entrada pretende ser no ya un motivo de entretenimiento o reveladora de ninguna investigación literaria o histórica, sino un llamamiento a cualquier aportación que algún lector pudiera hacer sobre el tema. De cualquier manera, creo que el  propuesto ya es apasionante por sí mismo.



José Luis Tirado Fernández

lunes, 11 de junio de 2012

SE ESTRENA UN CORTO ORIGINAL DE "LA PLUMA NEGRA"





Mis amigos de la Unidad de rehabilitación salud mental (ursm virgen macarena) me envian el siguiente mensaje.Paso a colgarlo para su difusión.

ESTRENO "UNA HISTORIA QUE CONTAR"

Como todos sabéis, en el mes de enero y como actividad paralela de nuestro Blog, nos planteamos grabar un cortometraje basado en el relato “La llamada” de nuestro colaborador Pedro Sánchez Morilla (“La pluma negra”).

De manera casual, buscando una cámara, compartimos esta idea con la productora de cine Alma González a la que le pareció interesante el proyecto. Esta junto con el director de cine Manuel Ramos Ramos y un magnifico equipo de técnicos hicieron realidad lo que para nosotros no era mas que un sueño.

Tras varios meses de ensayos, todos los actores son usuarios de nuestra Unidad, y adaptaciones del guión los días 15 y 16 de abril se rodó “UNA HISTORIA QUE CONTAR”.

 

El próximo día 16 de junio a las 10:30 por fin se emitirá dentro del programa “Es posible” de Canal sur 2.

 

En caso de que os resulte imposible verlo, en la página web del programa también podréis hacerlo posteriormente. Un saludo.

 

http://ura-sevilla.blogspot.com.es/




martes, 5 de junio de 2012

SILVESTRE



Cuando vienes a buscarme
siempre me encuentras dormido,
rescatando de mi sombra
el surco de los abismos.
Cuando te espero no vienes,
nos mueven vientos distintos:
tú, las llaves de la jaula,
yo, las alas de Cupido,
tú, las ventanas abiertas,
yo… los crepúsculos limpios.

La ilusión y la quimera
te identifican conmigo,
porque un pobre ser humano
de perfil malavenido
está junto a tÍ en la brega:
seguir haciendo camino
como viejos camaradas,
soñar mi empeño contigo,
en tu arrogancia y ejemplo,
Silvestre, gatito lindo …
tú vives en esa senda
y yo persigo suspiros.

Cuando nos dejan a solas
el saber y el raciocinio
reconforta nuestro aliento
el bálsamo del delirio.
Quien te mira solo ve
un dibujo divertido
que no atrapa ni una pluma
del perverso pajarito,
mas encuentra en la derrota
la razón de otro principio,
como yo convierto en armas
el fracaso y los vacios,
mientras disparo a la luna
los truenos de mis instintos.

Ambicionas merendar
tu bocado preferido
y siempre muerdes el polvo,
¡Qué cruel es tu destino!
Te sientes languidecer
y tu estomago vacio
te pide con sus lamentos
sus llantos y   sus ruidos
que llenes con el canario
el hueco de sus gruñidos,
pero jamás desfalleces
y nunca te das por vencido,
que si malas son las hambres
peor los sueños podridos.

No cedas, no retrocedas,
no sufras, noble minino,
que aunque tu vientre sea plano
-y no de hacer ejercicio-
tienes a honra el coraje,
la constancia y el ahínco;
busca tú por las rendijas,
y acecha por los resquicios,
que pronta será la hora
de ver tus deseos cumplidos,
cuando  vengan a buscarte
los flujos del infinito.

A mí sólo me importunan
frialdades y cuchillos,
y me acechan los temores
de conocerme a mí mismo;
me buscan por los rincones
donde duerme mi equilibrio,
desordenan mis moradas,
mi espejo y mi distintivo,
la espina de mi ilusión,
mi forma de ser de siglos
y busco refugio en ti,
la calma de tu cobijo,
te llamo a voces, Silvestre,
llévame, gato, contigo,
cazaremos al canario,
a tus miedos y a los míos,
a la tropa de ansiedades
que enmudecen nuestros gritos.
Déjame seguirte ahora,
déjame, Silvestre amigo
trasladarme a tu universo
de ilusiones y espejismos...
que intento ser de este mundo
pero no encuentro mi sitio.

José Luis Tirado Fernández

viernes, 1 de junio de 2012

COSAS QUE PASAN

         Los vi pasar y no dudé en salir, cámara en ristre, para perpetuar el momento. Me pareció tan gracioso, tan poco visto, tan surrealista el cuadro que me acerqué con el dedo puesto en el gatillo. El perro iba sentado en la silla de ruedas, con la radio sonando y con ese gesto tan tranquilo y como pasando de todo. Una monería. La gitana buscaba en los contenedores, quizá su destino, a lo mejor todo lo bueno que la vida le había negado y que no se resistía a dejar de buscar. Una familia, un hogar, tal vez la planta de un gitano con patillas de hacha y mascota negra, con una varita de bambú forrada de piel, con flecos y punta de metal, que el azar le arrebató en aquel hospital aquella noche de aquel invierno. Pero los contenedores solo ofrecen historias tristes, lanzazos con dolor de perpetuidad que iba soportando como podía. En esto, vine yo a llamarla: ¡Prima!
         Dejó de mirar el fondo del contenedor y me lanzó los dardos de sus ojos negros, hizo un ademan de extrañeza y con otro gesto me hizo una pregunta silente. Yo le señalé al perrito y le mostré la cámara, presta a disparar. Se puso a menear la cabeza, que no, que no, coño, que no. En un momento dado, llegó a alzar el palo con el que movía los desperdicios. De ninguna manera quería que me llevara ni siquiera la imagen de su perro dentro de la tarjeta de memoria.
         Pero yo no pude resistirme, me volví hacia la silla, tiré mi foto y me dispuse a recibir la tarascada. No llegó; empuñó los mangos de la silla, la empujó y se fue con la música (nunca mejor dicho) y el perro a otra parte, a otras aceras, a otros contenedores, a otros ámbitos donde hallar sentido y cordura a todo lo que sucede. Y si ya es difícil para la gitana, fíjese usted para nosotros, sedentarios habitantes del reino de lo insulso, moradores impenitentes del lugar donde nunca pasa nada.
         Yo los seguí con la vista hasta que ella se volvió, repitiendo aquella mirada de volcán al rojo. Esperé una peineta; sin embargo, levantó su palo de remover conciencias y me lo mostró. ¡¡¡Mala fú te comas!!! Dijo, antes de girar en la siguiente esquina, mientras yo acariciaba la cámara, seguro de haber captado un momento único, maravilloso.
         ¿Cuándo los volveré a ver de nuevo? ¿Seguirá gustándole la música al perrito? ¿Estará mejorcito de las patas? ¿Habrá dado ella con su sino en algún contenedor? Muchas preguntas, muy buena suerte. Este es el resultado. El caballero que pasaba por allí en ese momento, y que estaba tan asombrado como un servidor, sabrá perdonarme. Si me lo comunica, retiraré la foto. Mientras, gocemos de ella. Pocas veces se ven cosas como esta por las calles de Serva. Y a este paso, menos se van a ver.

José Luis Tirado Fernández